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Gobierno confirma diálogo económico productivo y gabinete social ampliado para esta semana

Ministra de la Presidencia, María Nela Prada. Foto/captura

La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, confirmó la realización del diálogo económico productivo y gabinete social ampliado con organizaciones sociales para recoger propuestas destinadas a encarar los problemas económicos urgentes que tiene el país.

Dijo que, tras el mensaje presidencial del 6 de agosto, el gobierno está dando respuestas estructurales a temas de coyuntura y de forma paralela, impulsando la industrialización con sustitución de importaciones, producción y políticas para el sector hidrocarburífero y el referéndum como mecanismo democrático y participativo.

Precisó que para ese propósito se invitó para esta semana a los agentes productivos y a las organizaciones sociales, obreras, indígenas, originarias, campesinas, de la Central Obrera Boliviana, Pacto de Unidad y organizaciones no afiliadas a la Central Obrera Boliviana.

Explicó que el presidente Arce lanzó el programa de incentivos financieros y fiscales para aumentar la producción de biodiesel por parte de productores privados nacionales, reducir la alícuota al impuesto de repatriación de utilidades al exterior, y liberar las exportaciones con la presentación de un plan de abastecimiento interno quinquenal.

Dijo que también se anunció el fomento al consumo de gasolina Premium Plus y la Ultra Premium 100 a nivel de combustibles, garantizando se mantenga el precio de la gasolina en las estaciones de servicio.

Indicó que justamente todas estas medidas están siendo trabajadas dentro el gabinete para ejecutarlas en el menor tiempo posible.

Prada también defendió la convocatoria al referéndum para ver el tema de la subvención a los hidrocarburos, escaños parlamentarios y la reelección presidencial continúa o discontinua.

La autoridad rechazó los criterios que calificaron de ilegal, afirmando que el referéndum es el mejor mecanismo para debatir con el pueblo medidas que pueden afectarle, como aquel incremento del precio de los combustibles de 2010 y que, ante la presión social, tuvo que anularse.