El abogado constitucionalista Luis Alberto Ruiz expresó este domingo que el proceso de selección de los candidatos para las elecciones judiciales ha evidenciado que la separación de poderes no existe en Bolivia, alegando que todos los órganos fueron controlados por el Ejecutivo.

En sus declaraciones, Ruiz afirmó que la Asamblea se encuentra en un estado de esterilidad y castración, limitada a generar deudas con la aprobación indiscriminada de créditos durante los tres primeros años.

Recordó que, debido a su inoperancia y falta de capacidad para llevar a cabo las elecciones judiciales en 2023, el país tiene magistrados autoprorrogados, incluyendo a los "Jinetes del Apocalipsis" Gonzalo Hurtado e Yván Espada que están en el Tribunal Constitucional.

Dijo que la prueba de todo lo afirmado está en el fallo de una Sala Constitucional de La Paz que restringió las facultades de fiscalización e interpelación de la Asamblea hacia los ministros, así como la reciente decisión del presidente Luis Arce de remitir al Tribunal Constitucional el D.S. 5143 sobre Derechos Reales para "constitucionalizar lo inconstitucional".

“Los asambleístas no pueden interpelar y no pueden hacer nada. Más interpela la señora María Galindo que cualquiera de sus parlamentarios. ¡A eso hemos llegado en la política boliviana!”, exclamó.

Manifestó que “cualquier ojo medianamente democrático se daría cuenta que estamos comenzando a transitar el oscuro y pernicioso callejón del oscurantismo político y democrático que muy posiblemente nos llevará a un Estado totalitario y absolutista”.

Sostuvo que en el país hay una justicia vendada que tiene una espada y una mira telescópica. Con la espada mata políticamente a los que están cerca, como el caso del presidente de Diputados Israel Huaytari, y utiliza la mira telescópica para los que están lejos, en este caso a los opositores y disidentes al gobierno.

En cuanto al gobierno de Luis Arce, Ruiz señaló que la gestión de Lucho y David no acepta a la oposición debido a su verdadero carácter socialista, a diferencia del gobierno de Evo Morales, al que describió como “una caricatura socialista o de practicar un socialismo romántico". Sin embargo, afirmó que el gobierno actual está dispuesto a tomar el control total del país, incluso a costa de destruir al propio creador como es Evo Morales.

El abogado sugirió que, si los legisladores de oposición que dicen estar en una dictadura, deberían declararse rehenes de un Estado totalitario o recuperar su capacidad de fiscalización e interpelación.

En relación con las elecciones judiciales, expresó su preocupación por su incierto futuro y dijo que es probable que el país tenga que esperar hasta 2026, salvo que el presidente se declare "emperador", y decida violar la Constitución; lo otro sería esperar que un gobierno con esencia liberal y profundamente democrático impulse la reforma parcial a la Constitución Política del Estado  para devolver la designación de los magistrados al Parlamento en un ámbito profundamente democrático y meritocrático para no continuar siendo el único país en el mundo en cual, bochornosamente, mandan a elegir a magistrados elegidos no con currículo, sino con prontuario, en su gran mayoría.