Sucre en crisis: sequía histórica agota los ríos y deja a la ciudad en peligro de sed
Por Iván Ramos - Periodismo que Cuenta
Los ríos que abastecen agua a la ciudad de Sucre se encuentran en niveles históricamente bajos, desencadenando una crisis hídrica sin precedentes que amenaza gravemente el suministro para su población.
Ravelo y Cajamarca, las principales fuentes de agua de la ciudad, han visto un descenso dramático en su flujo, llevando a la implementación de medidas desesperadas para garantizar el acceso a este recurso básico.
Ante esta alarmante escasez, las bombas de impulsión de Filculco han emergido como un salvavidas crucial al proporcionar 100 litros por segundo adicionales de agua, una cantidad vital que Sucre requiere con urgencia.
Estas bombas, alimentadas por tres motores eléctricos que operan incansablemente las 24 horas del día en tres turnos, se han convertido en la única esperanza para mantener el suministro de agua en la ciudad. Antonio Pino, concejal del Municipio de Sucre, subraya la gravedad de la situación: "Las bombas de impulsión de agua están trabajando sin descanso y la situación empeora a cada momento".
A pesar de estos esfuerzos desesperados, la demanda de agua en Sucre, que asciende a 400 litros por segundo, no puede ser satisfecha completamente. La planta potabilizadora de la ciudad tiene una capacidad máxima de 378 litros por segundo, creando un déficit significativo que amenaza la vida cotidiana de miles de personas.
Cajamarca, otra fuente vital de agua para Sucre, ha visto una disminución drástica en su flujo, cayendo de 50 litros por segundo a alarmantes 17 litros. Esta crisis hídrica ha llevado a una conclusión ineludible: Sucre debe construir con urgencia una reserva de agua, una represa que ha sido pospuesta durante años.
El alcalde Enrique Leaño ha anunciado la identificación del sitio en la comunidad "Socorro" para construir un embalse que conserve las aguas del río Ravelo. Esta medida se ha vuelto imperativa para asegurar un suministro sostenible de agua para la ciudad.
Sucre, que ya alberga a 350 mil habitantes, enfrenta un desafío adicional debido al aumento inusual de las temperaturas, que alcanzan entre 29 y 32 grados centígrados. Esto ha aumentado la demanda de agua de manera significativa, exacerbando aún más la crisis.
La gravedad de la situación se manifiesta en la vida diaria de los ciudadanos. Juan Carlos Miranda, presidente de la Federación de Juntas Vecinales, señala que 50 barrios en Sucre están afectados por la falta de agua, dependiendo de carros cisterna que llegan cada dos días en busca de este recurso vital.
En las provincias cercanas, la situación es aún más desesperada, con 20 municipios declarados en estado de emergencia debido a la escasez de agua. En cuatro municipios - Macharetí, Padilla, Tomina y San Lucas - se han movilizado carros cisterna para el consumo humano, subrayando la amplitud del problema, según Lidio Chavarría, director de Prevención de Riesgos de la Gobernación de Chuquisaca.
Para abordar esta crisis hídrica inminente, la diputada Delia Arancibia ha convocado a una Cumbre del Agua que se celebrará el 13 de octubre. El objetivo primordial de esta cumbre es modificar los presupuestos asignados para enfrentar esta sequía extrema y encontrar soluciones a corto y mediano plazo que garanticen un suministro de agua seguro y sostenible para Sucre y las regiones circundantes.