El retorno para este martes del exgobernador de Tarija, Mario Cossío, actualmente refugiado político en Paraguay, agita la actividad política, generando una marcada división entre actores partidarios y servidores públicos.

Cossío asumió el cargo en mayo de 2010 con el respaldo de asambleístas del Poder Autonomista Nacional (PAN) liderado por Wilman Cardozo, quien cuando cayó Cossío, fue acusado de impulsar el golpe junto al MAS.

Cardozo –exaliado de Carlos Mesa para las elecciones del 20 de octubre – anunció que se reunirá con Cossío para explicarle que los asambleístas del PAN lo traicionaron incluso como jefe de esa agrupación ciudadana.

“Cualquier acusación hacia mi persona lo dejo en función de los hechos. Efectivamente cuando suspendieron a Mario Cossío, asambleístas que venían con la agrupación mía, me traicionaron y eso lo sabe el propio Mario y lo sabe el departamento al igual que los asambleístas de ellos, que lo traicionaron también a él”, declaró Cardozo.

La asambleísta de Unidad Departamental Autonomista (UDA), María Lourdes Vaca, recetó a Cardozo calmarse y tomar un antiestrés, porque el nerviosismo lo lleva a realizar declaraciones incoherentes.

Recordó que en la sesión que votó por la suspensión, el PAN tuvo un acto realmente reprochable, porque los cinco asambleístas de Cardozo más los 16 del MAS, gestaron el golpe en el departamento de Tarija.

Sostuvo que luego del golpe, incluso el PAN cogobernó con Lino Condori del MAS, aunque dijo entender el nerviosismo que tiene Cardozo por el resultado de las elecciones del 20 de octubre y porque varios de sus candidatos se cayeron.

Cossío anunció su retorno para este 16 de diciembre a la ciudad de Tarija, donde según su abogado Alexander Kenedy buscará la forma de anular los procesos que el MAS le inició por presuntos actos de corrupción.

El exfiscal Gilbert Muñoz descartó esa posibilidad, salvo que algún proceso hubiera concluido con alguna irregularidad. Sin embargo dijo que al menos existen cuatro sentencias condenatorias por delitos de corrupción que por mandato de la Constitución Política del Estado son imprescriptibles.

Cossío fue un prominente dirigente del MNR y siendo presidente de la Cámara de Diputados era el cuarto hombre en la línea de sucesión constitucional, tras la forzada renuncia de Hormando Vaca Diez a la presidencia del Senado y la de Carlos Mesa a la presidencia en 2003, cuando cayó también el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

La presión social de ese entonces a la cabeza del MAS, hizo que tanto Cossío y Vaca Diez renunciaran al cargo, lo que posibilitó la transición del presidente Eduardo Rodríguez Veltzé y  la llegada de Evo Morales al poder el 2005.

Siendo político opositor conformó el bloque de los llamados “prefectos de la media luna” que junto a Rubén Costas de Santa Cruz, Savina Cuéllar de Chuquisaca, Ernesto Suárez del Beni, Leopoldo Fernández de Pando, asumieron una línea radical contra Evo Morales.