El exdiputado nacional Rafael Puente, puso bajo la lupa a la gestión del gobierno transitorio y entre sus conclusiones asegura que Jeanine Añez – candidata presidencial de Juntos – fue inconsecuente con el país, que está perdiendo el norte por disfrutar del cargo y que “Bolivia no es su estancia” particular sino un Estado que tiene problemas que “no se resuelve con sonrisas”.

Recordó que tras la aplaudida convocatoria a elecciones, “le cogió gusto al ejercicio del poder” y decidió presentar su candidatura a la Presidencia que – en su criterio – no ilegal, pero sí se puede calificar de inconsecuente porque mezcló su responsabilidad de presidenta con los intereses de ser candidata.

Puente, exsacerdote jesuita y miembro de un colectivo urbano en Cochabamba, critica también una actitud contradictoria porque en medio del estado de excepción, Añez fue la primera en contradecir su decreto con la celebración pública del cumpleaños de su hija (en la residencia presidencial de San Jorge).

En su columna de opinión difundida en Página Siete le pregunta: Presidenta Añez, ¿no se está pasando? y comenta entre sus observaciones, la insistencia de llevar la Biblia a Palacio de Gobierno, anteponiendo convicciones personales y religiosas a los principios constitucionales que declara a Bolivia país laico.

Cita el hecho de ordenar el sobrevuelo de aviones de la FAB para bendecir varias ciudades sin considerar que dichas operaciones son costosas al Estado y con el “subjetivismo autoritario organiza tres vuelos de la FAB para hacer pasear a Miss Rurrenabaque”, mientras los niños están sin escuela y miles de bolivianos sin poder trabajar.

Pregunta a la presidente si en medio de sus preocupaciones, tiene tiempo para ocuparse de la salud pública en el país y cuál será el futuro del Estado. Al mismo tiempo emplaza a aclarar las denuncias de corrupción en YPFB y resolver otros problemas en lugar de ocuparse del cumpleaños y las bendiciones que envía cada vez que aparece en spot de televisión.