El presidente Evo Morales eludió este domingo responder si atendrá el pedido del cabildo nacional de comités cívicos que le dio un plazo de renunciar al cargo hasta mañana lunes y dejó en manos de los movimientos sociales a la que llamó a reuniones de emergencia para ver alguna respuesta.

“Después de esta entrevista voy a pedir una reunión de emergencia con nuestros dirigentes sindicales nacionales, la COB, Conalcam, otros sectores sociales para planificar qué están pensando. Yo dependo del pueblo, de las fuerzas sociales. Esta mañana tempranito nos hemos reunidos con el vicepresidente y algunos ministros para hacer una evaluación”, dijo ante la pregunta qué va a decir al pedido de renuncia.

Morales concedió una entrevista a radio aimara San Gabriel de El Alto, donde sin embargo afirmó que “primero es nuestra Constitución que significa respetar los resultados, inclusive no deberíamos decir que la auditoría sea vinculante, porque cualquier institución debería respetar por debajo la Constitución”.

Dijo que le ha sorprendido el pedido de los cívicos pero advirtió que el golpe planificado, no es a Evo Morales sino al pueblo humilde y a los profesionales patriotas que defienden la política de nacionalización.

En su criterio los que rechazan el resultado de las elecciones del 20 de octubre, quieren volver al pasado con su programa de privatización y no aceptan que Bolivia siga creciendo económicamente, convulsionan el país y dan 48 horas o dicen que los días de su  mandato están contados.

Alertó que los grupos movilizados, así como hubo muertos en Montero, solo están buscando que los muertos vengan de la Policía Boliviana o de las Fuerzas Armadas para echar la culpa al gobierno como lo está haciendo en Santa Cruz

Indicó que en América Latina se aplicaron golpes judiciales pero en el caso boliviano se intenta aplicar un golpe cívico-político, porque no pueden utilizar a las Fuerzas Armadas ni a la Policía y lamentó que las protestas inciten al racismo y la discriminación contra los indios.

Morales exigió a los grupos opositores a que presenten pruebas del fraude ante la comisión de auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) donde está empeñada la palabra del  gobierno de revisar voto por voto, mesa por mesa, acta por acta y si se encontrara fraude electoral, convocaría a una segunda vuelta.

Lamentó que la oposición ahora no acepte la auditoría y en su criterio si no la acepta es porque saben que el MAS ganó las elecciones. “No cree en la auditoría ni creen en la OEA, el perdedor solo quiere convulsionar el país”, advirtió el Jefe de Estado.