Leigue reprocha gesto de ingratitud con Dios y con las personas que en algún momento nos dan una mano
El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, reprochó este domingo el gesto de ingratitud que algunas personas muestran hacia aquellos que en algún momento les brindaron ayuda o les dieron una mano. Lamentó que las personas solo busquen a Dios cuando lo necesitan y lo ignoren en su vida cotidiana.
Dijo que, a pesar de ello, Jesús mantiene su fortaleza de seguir escuchando a los demás y por eso enseña cómo actuar, qué hacer y de qué manera decidir en momentos de incertidumbre y pidió a las personas dar ayuda sin ninguna condición como una forma de dar gracias a Jesús.
La homilía, titulada "Hambre de pan, hambre de Dios", reflexionó sobre el sentido del agradecimiento a Dios por la vida, las cosas materiales y las personas que nos han ayudado y la necesidad de preocuparse por los demás.
Indicó que a que a veces somos mal agradecidos hasta con el mismo Dios. “El momento que necesitamos, lo buscamos a Dios, a veces conseguimos lo que tenemos y nos olvidamos de Él. Con las mismas personas también a veces nos pasa eso. Hay alguien que nos da la mano, nos ayuda en su momento y después a veces nos ignoramos. Somos mal agradecidos nosotros”, manifestó.
Leigue invitó a reflexionar sobre la necesidad de compartir para vivir con satisfacción y alegría, destacando que si se tiene algo es porque Dios lo ha proporcionado.
Explicó que el Evangelio enseña a no guardar las cosas solo para uno mismo, sino a compartir con los demás. La solidaridad, indicó, no se trata solo de compartir bienes materiales, sino también de compartir lo que somos.
Pidió que la reflexión sobre la necesidad de compartir sea puesta en práctica, preocupándose no solo por uno mismo, sino también por los demás, y que todos se esfuercen en enfrentar la realidad llena de problemas e incertidumbres.