Leigue: No hay todopoderoso seguro, el que se cree seguro, cuídese de no caer

El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, advirtió este domingo sobre la inestabilidad del poder y la fragilidad de quienes creen tener una posición asegurada. En su homilía dominical, recordó que nadie es intocable y que aquellos que se sienten firmes en su cargo o influencia deben estar atentos, pues podrían caer en cualquier momento.
“Algunos se creen tan seguros de estar donde están y continuar haciendo lo que les parece, sin ver la realidad ni buscar un cambio. Pareciera que eso va a ser eterno”, expresó Leigue, citando a Pablo cuando dijo: “El que se cree muy seguro, cuídese de no caer”.
El mensaje del prelado podría estar dirigido a quienes ejercen el poder con la creencia de que su posición es inamovible, recordándoles que la autoridad es efímera y que las circunstancias pueden cambiar rápidamente. En ese sentido, exhortó a que en este tiempo de Cuaresma se opte por la conversión, entendida como un llamado a mejorar las acciones y decisiones.
Leigue subrayó que el Señor espera que cada persona elija hacer el bien y no actúe como algunos poderosos que creen que pueden manejar todo por sí solos, sin reconocer la necesidad de Dios. “No nos olvidemos que somos finitos en este mundo, no todopoderosos de manera eterna. Nuestra seguridad está en Dios, no en nosotros mismos”, afirmó.
Asimismo, hizo un llamado a la reflexión sobre la importancia de asumir la responsabilidad de transformar la realidad en beneficio de los demás, sin buscar culpables. “El Señor no impone, pero advierte sobre las consecuencias de nuestros actos. Por no hacer bien las cosas, los muertos están ahí”, expresó.
Finalmente, el arzobispo destacó la incertidumbre y complejidad del momento actual e invitó a la comunidad a buscar el camino correcto con fe. “Estamos en un tiempo complicado. ¿Dónde ir? ¿Qué hacer? ¿Cuál es el camino correcto? No podemos dudar de que la meta es Dios. Lo demás, lo que encontremos en el camino, depende de nosotros: podemos mejorarlo, empeorarlo o dejarlo como está. Depende de nosotros. Eso es lo que el Señor nos dice hoy”, concluyó.