Choferes sindicalizados, contrarios a la gestión del alcalde Luis Revilla, protagonizaron este domingo un inédito bloqueo en la zona sur de La Paz, donde causaron la destrucción de un bus del servicio municipal PumaKatari, en enfrentamientos con los vecinos de la zona de Achumani.

Los conductores del servicio de transporte privado tomaron desde temprano la avenida principal para bloquear la inauguración de la nueva ruta que unirá las zonas de Achumani y San Pedro, éste último en el centro de la ciudad de La Paz.

Los vecinos se congregaron para asistir a la inauguración y acompañar abriendo ruta y otros oficiaron de pasajeros, pero desde los exteriores fueron atacados por los choferes con piedras que lograron romper los vidrios del bus.

La Policía intervino con agentes químicos generando mayor zozobra entre los vecinos y los choferes que se enfrentaron en horas de la mañana.

Los sindicalizados se oponen a la apertura de esta ruta por considerar que los afectaría a sus ingresos, sin considerar que tienen una fuerte rechazo ciudadano  por el mal servicio de transporte, alteración de rutas, horarios, y el mal estado de sus motorizados livianos.

El presidente del Control Social de La Paz, Walter Sempértegui, totalmente indignado, anunció que tomará contactos con los vecinos de Achumani para pedir la expulsión de las líneas de servicio y que los Pumakataris cubran todas las rutas.

“Esto fue un ataque vandálico, hemos empezado a recibir piedras, tanto de abajo, de costado, del rio, del cerro arrojados con ondas; han destruido al bus y vamos hacer que expulsen a los choferes”, declaró.

No obstante el asedio de choferes, uno de los buses logró salir hasta la zona de Calacoto con la ayuda de los vecinos que se tropezaron con otro masivo bloqueo con quema de llantas ante la ausencia de efectivos policiales.

El ataque de los choferes también afectó a algunas movilidades particulares en la zona de Achumani que sufrieron rotura de parabrisas, mientras alguna gente resultó herida por el impacto de proyectiles de piedra.

La Alcaldía anunció una evaluación a los daños sufridos y ratificó su decisión de no dar pie atrás y mantener la ruta al servicio de los vecinos de la zona sur.