INICIA AÑO JUBILAR
Título: 

La Iglesia pide reflexionar sobre la crítica situación de las familias debido a la crisis

Obispo Auxiliar de Santa Cruz, monseñor Estanislao Dowlaszewicz. Foto/captura

A tiempo de anunciar el inicio del Año Jubilar y la celebración de la Sagrada Familia este domingo, la Iglesia Católica pidió a los bolivianos reflexionar sobre la crítica situación y desestructuración de las familias bolivianas debido a la crisis económica y las violencias injustificadas.

Durante la homilía dominical, el Obispo Auxiliar de Santa Cruz, monseñor Estanislao Dowlaszewicz, destacó que, en la Fiesta de la Sagrada Familia, Dios invita a meditar sobre los matrimonios y las relaciones con los seres queridos, cuestionando si estas se basan en la confianza y la cercanía.

El obispo subrayó que la búsqueda mutua del bien y la felicidad es un reflejo del apoyo que los miembros de la familia se brindan entre sí. Sin embargo, al observar la realidad actual, lamentó que muchas familias ya no tengan tiempo para reunirse y convivir.

"Incluso en el hogar, resulta difícil estar juntos y hablar con calma. La paciencia ha sido reemplazada por la prisa, lo que causa un gran daño a las personas. La impaciencia, el nerviosismo y, en ocasiones, las violencias injustificadas se apoderan de todos, generando insatisfacción y alejamiento entre los miembros de la familia", expresó.

Monseñor Dowlaszewicz señaló que con frecuencia falta apertura y confianza tanto en las familias como en las relaciones sociales. En este sentido, subrayó que este domingo es una oportunidad para reflexionar sobre los grandes problemas de la sociedad moderna que afectan directamente la vida familiar digna.

Entre los desafíos que enfrentan las familias, mencionó la emigración, el consumismo, el maltrato a la mujer, los abusos relacionados con este maltrato, la discriminación hacia las mujeres, las condiciones laborales injustas, el desempleo juvenil y la promoción de legislaciones pro-abortistas que generan confusión sobre la institución del matrimonio.

Además, observó cómo la banalización de la sexualidad y la pérdida del protagonismo educativo de los padres contribuyen a la desestructuración familiar.

El obispo pidió iniciar el Año Jubilar, también llamado Año Santo, con el compromiso de las familias para renovar y fortalecer relaciones basadas en la confianza en Dios y en los demás.

Explicó que el Año Jubilar representa un gran acontecimiento religioso, una oportunidad para la remisión de los pecados y sus penas, así como un espacio para la reconciliación. Enfatizó que este año está destinado a promover la solidaridad, la esperanza, la justicia y la renovación espiritual, con el propósito de continuar sirviendo a Dios.