IVÁN RAMOS - PERIODISMO QUE CUENTA

En su homilía por la festividad de la Virgen de Guadalupe, monseñor Ricardo Centellas, arzobispo de Sucre, hizo un llamado contundente para que se tomen acciones inmediatas y colectivas ante los devastadores incendios forestales que afectan a Bolivia. 

Desde la plaza 25 de Mayo, en una misa concelebrada ante miles de fieles, Centellas destacó la urgencia de proteger la naturaleza, pidiendo a la comunidad católica y al gobierno que trabajen de manera solidaria para combatir esta crisis.

El llamado del arzobispo se da en un contexto crítico, ya que el Gobierno de Bolivia declaró recientemente la "emergencia nacional" debido a los incendios que han arrasado con 3,8 millones de hectáreas de bosques y pastizales. Esta decisión busca facilitar la coordinación interna y la llegada de apoyo internacional para enfrentar la magnitud de los incendios, que han puesto en riesgo vastas áreas de biodiversidad.

Durante su homilía, Centellas también dirigió sus oraciones a las familias bolivianas, recordando que este año ha sido declarado el "Año de la Oración" por la Arquidiócesis de Sucre. "Rezamos por más familias unidas, por el amor, el perdón y la reconciliación", expresó el arzobispo, resaltando la importancia de la unidad familiar en tiempos de crisis.

PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
En otro momento clave de la ceremonia, monseñor Centellas preguntó a los asistentes si estaban de acuerdo con que la festividad de la Virgen de Guadalupe sea declarada Patrimonio de la Humanidad, título otorgado por la UNESCO. 

La organización, encargada de proteger y promover la diversidad cultural y el patrimonio inmaterial, se encuentra evaluando esta posibilidad a través de una comisión que visita la ciudad para determinar la pertinencia de dicha declaración. Esta iniciativa ha sido impulsada por varias instituciones locales y es vista como un reconocimiento a la riqueza cultural y espiritual de la festividad.

COMPONENTES DE LA FIESTA
Tras la misa, la imagen de la Virgen de Guadalupe recorrió las calles céntricas de Sucre en una procesión multitudinaria, días antes se acompañó a la imagen con el eco de las coplas en quechua, el aroma del incienso y la luz de miles de velas. La ciudad, vestida de fiesta, celebra con fervor a su patrona, en un evento que reúne a devotos, visitantes y artistas locales en una de las festividades más importantes de Chuquisaca.

El desfile de ceras, una de las tradiciones más simbólicas de la festividad, es una ofrenda de luz y esperanza, mientras los cargamentos de plata, que representan agradecimiento por los favores recibidos, son llevados en procesión junto a la imagen histórica de la Virgen, una reliquia del siglo XVII. El lienzo, cubierto de plata y adornado con pedrería, ha sido testigo de numerosos milagros, según la tradición popular.

Además, el desfile folklórico, que reúne a más de 50 fraternidades de danza de distintas regiones de Bolivia, añade un colorido y vibrante componente cultural a la festividad. 

Las calles de Sucre se llenan de música, alegría y danzas tradicionales como la morenada, los tinkus, las diabladas, el pujllay y mucho más, que reflejan el sincretismo y la devoción que caracteriza esta celebración en honor a la Virgen de Guadalupe, símbolo de protección y unión para los sucrenses.