“NO SOMOS PANDILLA”
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Líder de la RJC: No hay nada más triste que estar preso siendo libre

Yassir Molina, líder de la RJC, actualmente preso en la cárcel de Sucre. Foto/RRSS

El líder de la Resistencia Juvenil Cochala (RJC) Yassir Molina escribió una carta desde la cárcel de San Roque en la ciudad de Sucre, para expresar sus agradecimietos por las muestras de apoyo que recibió desde fue encarcelado y también transmitir su tristeza por estar preso sin haber cometido delito alguno.

La RJC asumió un rol protagónico durante la crisis social y política de octubre y noviembre de 2019, cuando las huestes masistas se movilizaron en defensa de lo que al final terminó siendo el fraude electoral cometido desde el Trilbunal Supremo Electoral de ese entonces, para que Evo Morales continúe en el gobierno hasta 2025.

“Fuerza no tengan miedo, no nos olvidemos de nadie, Dios va a liberar nuestro país porque no hay nada más triste que estar preso siendo libre, por una celda, sino por un gobierno”, dijo en su carta difundida a través de su red social.

Molina dijo que como movimiento ciudadano repudiaron la dictadura, la persecución, y defendieron la libertad, la democracia e igualdad.

“Necesitamos unificarnos todos, como siempre lo hicimos, porque somos bolivianos y somos resistencia; no somos una pandilla, ni somos delincuentes, nosotros no matamos al pueblo bloqueando caminos, no quemamos cerros (causando deforestación) fomentando el narcotráfico”, dice en su misiva.

Afirma que fueron otros los que causaron heridas al pueblo, heridas a las que ahora le echan sal y buscan culpables forzando detenciones. Ratificó su vocación de respeto a las autoridades electas pero no a exmandatarios que solo buscan aprovecharse del pueblo.

“No vamos a rendirnos, no vamos a cansarnos, no les tenemos miedo, no cometimos ningún delito”, aseguró al indicar que habiendo conocido la realidad carcelaria, una vez titulado en la carrera de Derecho, colaborará con muchos detenidos de manera injusta e ilegal.

Pidió a las autoridades no instrumentalizar la justicia para generar aprehensiones y pisotear al pueblo como a las instituciones del orden y por ese motivo se declaró creyente de la justicia divina por el triste papel de algunos jueces bolivianos.

Molina fue beneficiado con la libertad pura y simple concedida por una juez de la ciudad Sucre ante falta de pruebas de las acusaciones que le hizo la Fiscalía General del Estado. Sin embargo, otra acción judicial logró que un juez de la ciudad de El Alto revoque aquella decisión y fuera posteriormente recluido en la cárcel de San Roque.

Ratificó que su reclamo fue por una justa causa en base al derecho a la protesta establecido en la Constitución Política del Estado. “No tengo miedo, sí indignación  y molestia”, manifestó, al anunciar que continuará estudiando para en un fururo próximo pueda incursionar en la vida política para lo cual aún no se siente preparado.