Intensivistas ven una situación “paupérrima” y deslindan responsabilidad legal ante las consecuencias
La Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva se declaró en estado de extrema emergencia por situación que consideran “paupérrima” en el sistema de salud, ante lo cual deslindaron responsabilidad legal de las consecuencias.
Mediante un comunicado, la Sociedad advirtió que existe colapso de las unidades de terapia intensiva (UTI) en todo, además del deceso de personal médico y de la población.
Señaló que también existe indiferencia por parte de las autoridades de los gobiernos nacional, departamentales y municipales.
Alertó también que falta coordinación con los especialistas para poner en funcionamiento las UTI equipadas durante la primera ola y que aún no cuentan con especialistas.
El pronunciamiento también señala la falta de medicación e insumos imprescindibles para el funcionamiento de las UTI, además de indumentaria de bioseguridad para el personal de salud.
Los intensivistas señalaron, asimismo, la falta de condiciones laborales dignas, con colegas suyos que no tienen ítems institucionalizados, sino contratos básicos que no brindan ningún tipo de seguridad laboral, sin beneficios siquiera de un seguro de salud.
“Recordamos a las autoridades y la población que ante la existencia de guías de manejo del paciente critico, rechazamos vehementemente el uso de medicamentos y otro tipo de sustancias que no estén contempladas en las mismas”, dice el pronunciamiento.
Exhortaron a las autoridades a escuchar estos pedidos y advirtieron que, al ser “paupérrima” la situación que enfrentan, se deslindan de “cualquier responsabilidad legal ante los infortunios que puedan afectar a los pacientes, consecuencia de la coyuntura”.
En ese marco, solicitaron pruebas rápidas para todo el personal de salud en primera línea, una reunión urgente con el Ministro de Salud, además de conformar un comité de alto nivel, para optimizar los pocos recursos humanos e infraestructura en todo el territorio boliviano en las UTI.