Por casualidad, mientras realizaban una excavación en Chuquisaca, se hallaron restos fósiles de gliptodonte, un animal extinto, antepasado remoto del actual quirquincho o tatú, de la familia de los armadillos.

Los restos del animal fueron encontrados en una comunidad de Potolo, a unos 37 kilómetros de la capital del Estado, Sucre, reportó el periodista Iván Ramos para la Red nacional ERBOL.

El paleontólogo, Omar Medina, explicó que el hallazgo se presentó de manera fortuita cuando el poblador Celestino Caiguara araba la tierra en inmediaciones de la comunidad de Caraviri (o Canaviri), perteneciente al municipio capitalino.

El gliptodonte habitó en la zona que hoy es Chuquisaca hace aproximadamente 20.000 años de manera posterior a los dinosaurios, de los que también se han encontrado huellas y fósiles en el departamento chuquisaqueño.  

El científico explicó que el tamaño del gliptodonte podía oscilar entre los 2 metros de longitud, pero la particularidad de los especímenes hallados en Chuquisaca es que son algo más pequeños entre 1.20 y 1,50 metros, pudiéndose tratar de una nueva especie de la misma familia. 

Medina ponderó que esto es lo que hace interesantes a los restos fósiles que tenemos cerca de Sucre y en el departamento de Chuquisaca.

También comentó que especialistas argentinos manifestaron su interés por los hallazgos ya que en el vecino país se encontraron restos de gliptodontes de tamaño mayor.   

De acuerdo con Medina, el gliptodonte hallado correspondería a la época del Pleistoceno, bastante posterior a los restos de los dinosaurios del yacimiento chuquisaqueño de Cal Orcko.