Tras conocerse el informe preliminar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que habla de masacres en Bolivia, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, calificó el reporte del organismo internacional como “totalmente sesgado”, “vergonzoso” y que favorece al “narcoterrorismo”.

“Nos parece uniforme totalmente sesgado, un informe que no refleja la realidad, informe que está favoreciendo solamente al narcoterrorismo, no está favoreciendo al pueblo de Bolivia”, dijo Murillo.

El reporte de la CIDH califica de masacres los hechos de Sacaba y Senkata por la cantidad de fallecidos. También se basa en testimonios de víctimas, para señalar que en Cochabamba la manifestación era pacífica y fue atacada “de repente” y que en El Alto la movilización era sin violencia.

“Recibimos con mucho dolor el informe de la CIDH”, dijo el ministro Murillo, a tiempo de criticar que la CIDH haya realizado su reporte de forma unilateral, cuando debería haber trabajado junto al Estado para visitar los lugares dónde hubo muertos y personas afectadas.

Aseveró que la CIDH no preguntó a los cocaleros y campesinos “por qué han marchado, quién los ha llevado, quién les ha pagado, de dónde venía la plata”.

Murillo también criticó que la Comisión no haya tomado el testimonio de habitantes de las ciudades, que sufrieron hechos de vandalismo. “¿Ha preguntado por qué ancianos de 80 años y niños de 7 años estaban en las calles con sus palos cuidando sus casas para que no los asalten”, cuestionó.

“La CIDH ha hecho un trabajo sesgado, es vergonzoso el trabajo que ha hecho la CIDH”, recalcó el Ministro.

Anuncio que se presentarán pruebas de lo que sucedió en el país para revertir el informe. 

También reprochó a la CIDH dónde estaba en el caso Porvenir, La Calancha, Chaparina, y cuando hubo más de 100 muertos durante el Gobierno de Evo Morales.