El viceministro de Régimen Interior Javier Issa informó este sábado en Cochabamba que coordina acciones con el Ejército y la Policía Boliviana para poner cordones de seguridad alrededor de los hospitales destinados a brindar atención médica a los sospechosos de contraer el coronavirus.

“Estamos coordinando con la Policía y el Ejército y a las personas que no permitan el ingreso de personas, supuestamente, infectadas a los centros llamados, van a ser detenidas y procesadas con todo el peso de la ley”, declaró en conferencia de prensa.

Igualmente la advertencia fue dirigida a los comerciantes que cometen actos de agio y especulación con productos necesarios para el control de esta enfermedad  y recordó que este delito está sancionado con una pena privativa de libertad de hasta diez años de reclusión.

Ratificó la amenaza del Gobierno de activar procesos penales contra quienes impidan la internación en hospitales, tal como se procedió en la ciudad de La Paz, donde los detenidos están siendo procesados por el delito de atentado a la salud pública.

La autoridad llamó a la cordura y a la solidaridad de estas personas para que depongan actitudes de impedir socorro de salud, tomando en cuenta que se activaron todos los protocolos de seguridad para evitar el contagio local.   

Precisó que más de 10 mil efectivos entre policías y militares cumplen tareas de control en las fronteras para provenir el ingreso de portadores del virus y aseguró que hasta la fecha no se tienen datos de algún caso particular.