GPA Innova, el fabricante español de los ventiladores RESPIRA, confirmó que en el caso de Bolivia vendió los equipos a 6.600 euros más accesorios a un distribuidor. 

“La venta se ha realizado a un distribuidor a nuestro precio estándar de tarifa de 6.000 mil euros más 600 euros de accesorios”, dice un comunicado de la empresa.

Es decir que la venta fue, convirtiendo a moneda estadounidense, de 7.225 dólares, sin embargo, el Gobierno de Bolivia reportó que había acordado la compra de cada equipo en 27.683 dólares, es decir, que hay una diferencia de más 20 mil dólares por cada respirador.

El expresidente Tuto Quiroga reaccionó al respecto mediante Twitter. “Robar para dejar a enfermos de coronavirus sin aire, ni respiración, es un crimen imperdonable”, criticó.

El intermediario de la transacción es la empresa también española IME Consulting, cuyo administrador Ignacio Mazarrasa dijo en una entrevista que su margen de ganancia fue de 20%.

Haciendo cálculos, si a los 27.683 dólares que acordó pagar por respirador el Gobierno de Bolivia, se le resta los 7.225 dólares que cuesta el equipo en fábrica y el 20% que debía ganar el intermediario (5.536 dólares), aún queda 14.922 dólares por cada respirador que no tienen explicación. Ese monto multiplicado por los 170 equipos resulta en 2,5 millones de dólares cuyo destino no se conoce.

El presunto sobreprecio está en investigación en Bolivia. El administrador de IME Consulting atribuyó la controversia a un “montaje político”, en su criterio el Gobierno está bajo presión debido a la cercanía de las elecciones.  

Mazarrasa, en entrevista con el Diario Correo, sostuvo todo este asunto le está perjudicando y que considera una demanda daños y perjuicios, si en un plazo de 48 horas no le pagan la mitad del contrato (más de 2 millones de euros) que Bolivia tiene pendiente de abonar.

No obstante, también expresó que está dispuesto a que le devuelvan los ventiladores si las autoridades no están conformes con ellos.