El expresidente Evo Morales afirmó este domingo que los que planificaron y defienden “el golpe de Estado” hundieron al gobierno nacional y al presidente Luis Arce porque el país ha perdido confianza internacional y credibilidad ante los organismos de financiamiento de crédito.

Morales dijo estar convencido que el golpe “es un show bien montado” entre los “amigazos” Lucho Arce y el general Juan José Zúñiga, porque hasta ahora no hay un militar dado de baja de las Fuerzas Armadas.

Sostuvo que estos hechos han dado a Bolivia la peor imagen internacional y dijo no haberse equivocado al pedir disculpas a la comunidad internacional por los pronunciamientos de apoyo ante los eventos ocurridos el 26 y 27 de junio.

Explicó que cuando denunció el acuartelamiento del Ejército y convocó a un paro general indefinido y bloqueo nacional de caminos para enfrentar el levantamiento militar, observó minutos después al ministro de Gobierno "acariciando" un tanque y, poco después, al mismo ministro Eduardo del Castillo riendo a carcajadas en el ingreso al Palacio Quemado.

“¡Qué es eso! A nivel internacional somos una burla. ¿Qué clase de golpe es este? Hasta ahora, a ningún militar, menos al excomandante se le ha dado de baja ante semejante conspiración, si es conspiración”, manifestó en su programa dominical.

Pidió que el pueblo juzgue si fue golpe o autogolpe, pero considera que el verdadero golpe se dio a la economía, ya que subieron el precio de los productos y el dólar, y no se ha resuelto el tema de los combustibles.

Ante esta coyuntura, Morales prefirió asumir una posición de defensa de la democracia, exigiendo la convocatoria a elecciones judiciales y la declaración de nulidad de pleno derecho de todos los actos de los autoprorrogados.

Pidió también la realización de elecciones primarias cerradas sin proscripción ni inhabilitación de ningún candidato; y que el gobierno de Luis Arce remita a la Asamblea Legislativa todos los convenios firmados sobre el litio, ya que hasta el momento son totalmente ilegales.