Fuente: ACI Prensa

El Papa Francisco nombró a Julio César Caballero Moreno, nuevo responsable de la Pontificia Comisión para América Latina.

Caballero Moreno se desempeñó como embajador de Bolivia ante la Santa Sede desde el 2016 hasta el mes de marzo pasado, ejerciendo la mayor parte de su cargo como representante del gobierno de Evo Morales. En el año 2015 fue el portavoz oficial de la visita del Papa Francisco a este país sudamericano.

Julio César Caballero Moreno nació en Santa Cruz (Bolivia), se formó en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Evangélica Boliviana, es licenciado en Ciencias Jurídicas por la Universidad Tecnológica Santa Cruz, máster en Comunicación Estratégica por la Escuela Europea de Negocios, y doctor en Leyes por la Universidad del País Vasco. Fue director ejecutivo de la Escuela Internacional de Alta Gestión en 2012 y del Instituto Latinoamericano del Conocimiento en 2013.

La Pontificia Comisión para la América Latina nació en 1958 bajo el pontificado del Papa Pío XII. Es un dicasterio de la Curia Romana que tiene como función primordial la de “aconsejar y ayudar a las Iglesias particulares en América Latina” y “estudiar las cuestiones que se refieren a la vida y progreso de dichas Iglesias, especialmente estando a disposición, tanto de los dicasterios de la Curia interesados por razón de su competencia, como de las mismas Iglesias para resolver dichas cuestiones”, como lo señala la constitución apostólica Pastor Bonus del Papa San Juan Pablo II.

Es tarea de la Comisión para la América Latina colaborar en la coordinación con las instituciones que, de una u otra forma sirven en América Latina, como el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y su secretariado General; con las conferencias episcopales nacionales y otras instituciones de ayuda en América Latina; con la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR); y con las instituciones católicas Internacionales y otras asociaciones y movimientos que sirven en el continente.

La Comisión para la América Latina está presidida por el Cardenal Marc Ouellet, quien también sirve en el Vaticano como Prefecto de la Congregación para los Obispos.