El Alcalde de Sucre y el Gobernador de Chuquisaca coinciden: "la marcha de Evo busca desestabilizar al gobierno"
Iván Ramos - Periodismo que Cuenta
El alcalde de Sucre, Enrique Leaño, y el gobernador de Chuquisaca, Damián Condori, expresaron preocupaciones similares respecto a la marcha convocada por el expresidente Evo Morales, que partió desde Caracollo con destino a La Paz bajo el lema “Salvemos a Bolivia”.
Ambos coincidieron en que el verdadero propósito de esta movilización es desestabilizar al gobierno de Luis Arce y David Choquehuanca, con el objetivo de allanar el camino para que Andrónico Rodríguez, afín al "evismo", asuma la presidencia.
Damián Condori, disidente del Movimiento al Socialismo (MAS) y actual militante de "Bolivia Somos Todos", fue contundente en sus declaraciones. “Advertimos que esta marcha, junto con los bloqueos de caminos, tiene un solo objetivo: bajar a Lucho Arce y David Choquehuanca. Evo Morales está buscando ser habilitado para las próximas elecciones”, afirmó el gobernador.
Por su parte, Enrique Leaño, alcalde de Sucre y militante del MAS, se mostró en desacuerdo con las intenciones de Morales. “Estas marchas son políticas y no le hacen bien al país. La intención es clara: convulsionar Bolivia y desestabilizar al gobierno. Es absurdo, ya nadie cree en esta situación; está impulsada por dirigentes comprados”, señaló Leaño, distanciándose del movimiento que Morales lidera.
Condori, en tanto, hizo un llamado a Andrónico Rodríguez para que se aleje del expresidente. “Cualquiera que esté al lado de Evo no tiene futuro político. Su entorno no avanza, ahí se quedan, son cadáveres políticos”, expresó el gobernador, subrayando que Morales ya no representa un liderazgo viable para el país.
En medio de estas declaraciones, Luis Eduardo Siles, dirigente del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), agregó una perspectiva psicológica al conflicto. “La única pretensión de Evo Morales con esta marcha es volver a ser candidato. Evo sufre una enfermedad de poder, una patología psiquiátrica”, opinó Siles, resaltando la obsesión de Morales por retomar el control político.
El MAS “evista”, como se ha denominado a la facción liderada por Morales, cuenta con el apoyo de unos 200 militantes provenientes de Sucre y las provincias de Chuquisaca, quienes se sumaron a la marcha, según informó Reynado Cruz, dirigente del MAS en Chuquisaca. Se espera que la caravana arribe a La Paz en un plazo de seis días.
El contexto jurídico también entra en juego. Orlando Ceballos, abogado de Evo Morales, afirmó el pasado lunes que la solución a la crisis política actual “no puede ser otra que la sucesión presidencial, prevista en la Constitución”. Estas palabras, interpretadas como una confirmación de las intenciones desestabilizadoras del MAS, fueron reiteradas por el delegado presidencial en Chuquisaca, José Rafael Jaldín, quien considera que la marcha busca forzar un cambio de gobierno.
La tensión en Bolivia aumenta a medida que la marcha avanza, con los distintos actores políticos expresando posiciones enfrentadas y el destino del país en un limbo político cada vez más incierto.