TRAS ENCUESTA INSTITUCIONAL
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Defensor: subcultura de no denuncia naturaliza los casos de violencia en cuarteles y recintos policiales

Panel de Hagamos Democracia de la red Erbol de este domingo. Foto/captura

El Defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, tras haber realizado una encuesta a 1.500 cadetes y conscriptos en 18 centros formación militar y policial, ha identificado la presencia de “una subcultura de no denuncia” que naturaliza casos de violencia. Según los datos difundidos, el 79% afirma que no fue víctima de ningún tipo de violencia, pero el 77% admite que fue testigo de algún hecho de violencia sufrido por algún compañero.

Indicó que durante el último decenio 2013-2023, la Defensoría del Pueblo ha recibido 362 casos de violencia en cuarteles ya sea vía denuncia o a través de intervenciones de oficio, como el último hecho en Porvenir contra cuatro conscriptos a manos de su Instructor que fue trasladado a Cobija.

“Hay necesidad de no solamente de establecer responsabilidad sino de establecer un mecanismo que pueda hacer un seguimiento a estas personas porque existen secuelas que generan una afectación grave no solamente física, sino también psicológica en las personas que son víctimas”, declaró en el programa Hagamos Democracia de la red Erbol.

Dijo en un trabajo conjunto con el Instituto de Terapia e Investigación (ITEI) sobre el tratamiento a las víctimas en casos de tortura, se pudo detectar claramente secuelas psicológicas que deben ser tratadas y resueltas en el ámbito del Estado.

En relación a los recintos policiales, explicó que hace aproximadamente un mes y medio realizaron una verificación sorpresa en la Anapol ante denuncias de los propios vecinos en sentido que en altas horas de la madrugada se estaría sometiendo a situaciones muy precarias a los cadetes del primer año, particularmente.

Aclaró que en esa oportunidad no lograron recoger alguna evidencia, pero la Defensoría sentó presencia para evitar que se pueda reproducir este tipo de hechos. Este año no recibieron denuncia porque entiende el temor del cadete sobre una mayor represalia de sus instructores, pese que la Defensoría tiene un mecanismo de reserva y confidencialidad.

“Hay una especie de subcultura de formación y se reproduce una lógica muy machista en sentido que sino te aguantas no tienes el suficiente temple para estar en esa carrera, pero otro lado también hay una especie de subcultura de no denuncia y esto naturaliza e invisibiliza este tipo de situaciones que se vayan a presentar”, dijo.

Anunció que la Defensoría insistirá en el mensaje preventivo de no tortura ni hechos de violencia ni malos tratos que inciden en la dignidad de los cadetes y también cree que es importante cerrar las brechas de impunidad para evitar la reproducción cíclica donde el que era cadete ahora es instructor bajo las mismas lógicas de violencia.

En relación al mal trato hacia las mujeres, dijo que no tuvieron mayor noticia al respecto, aunque tiene información que las mujeres reciben un tratamiento no diferenciado sino contextualizado tanto en el tema militar como policiales.    

Callisaya anunció que este mes de abril hará la presentación de las 1500 encuestas para apreciar algunas respuestas en torno a la percepción que tienen los cadetes a cerca de su formación. Estos datos también servirán para formular acciones de prevención hechos de violencia que se presentan en centros de formación militar y policial.