Ante el inicio de una ola de conflictos sociales con bloqueo de caminos y la anunciada marcha desde Caracollo a La Paz, el analista Luis Alberto Ruiz afirmó que Evo Morales no está considerando que la ciudadanía y sectores populares no le permitirán que vuelva secuestrar Bolivia vía convulsión para lograr su rehabilitación como candidato presidencial.

Ruiz sostuvo que la movilización de Morales solo confirma su condición de "enfermo de poder en fase terminal", afirmando que cualquier intento de remedio, incluido el acortamiento del mandato del presidente Luis Arce, será infructuoso.

Afirmó que, al perder hegemonía dentro de su propio partido, Morales ahora ataca directamente a su compañero de partido, en lugar de manipular a sectores afines para generar violencia en el país.

El analista recordó que la fecha límite para la movilización es el 8 de octubre, cuando se determinará si Morales pierde o no el control del Senado, lo que podría inviabilizar la reelección de Andrónico Rodríguez.

Según Ruiz, Morales no está entendiendo adecuadamente la realidad, pues “no se da cuenta que la única forma de que se quede en país sin pagar sus culpas, es que Arce siga siendo presidente, porque el rato que, entre otro presidente, Evo Morales va a tener que salir, escapando del país, por las muchas deudas que tiene con la justicia”.

Por su parte, el exsenador del MAS, Lino Villca, acusó a Morales de conspirar para derrocar al gobierno de Arce con el objetivo de habilitarse como candidato presidencial mediante presión y movilización.

Villca lamentó que, en medio de una crisis económica profunda, Morales esté optando por bloqueos que afectan a sus propios hermanos indígenas, quienes ya enfrentan dificultades para cubrir sus necesidades básicas.

Según Villca, es lamentable que Morales busque que Andrónico Rodríguez asuma la presidencia para intentar rehabilitarse para las próximas elecciones generales, mientras el pueblo sufre la carencia de alimentos básicos de la canasta familiar.