LA PAZ
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Complejo Hospitalario de Miraflores clama por equipamiento y bioseguridad

Médicos a la cabeza de Édgar Pozo informaron sobre la situación. Foto: captura de pantalla.

El Complejo Hospitalario de Miraflores, que agrupa a nosocomios públicos de La Paz, médicos y funcionarios sanitarios, mediante un pronunciamiento, lamentaron las muertes por las condiciones en que debe trabajar el personal de salud y exigieron al Gobierno central que les dote de bioseguridad y equipamiento para atender la pandemia de la COVID-19.

Los mismos sectores se manifestaron pidiendo condiciones ya desde marzo. Ahora la molestia rebalsó y volvió a surgir tras el fallecimiento por coronavirus de quien fuera considerado uno de los mejores especialistas del país, el médico José Urizacari, presidente de la Sociedad de Neumología, llamado por sus colegas el “superneumólogo”. debido a su capacidad aunada a su voluntad de trabajo, quien además combatía contra el COVID en primera línea y sin descanso, pese a su edad.

“Nuestros colegas están muriendo y nadie dice nada”, reclamaron los médicos, a tiempo de insistir en que se les provea de insumos de bioseguridad para cuidar sus vidas.

“¿En estas condiciones cómo podemos ser eficientes?”, cuestionaron los galenos al Gobierno, mediante su manifiesto.

Enfatizaron que es urgente la provisión de más respiradores, de monitores, de tomógrafos y otros equipos necesarios.

“Los pacientes del Hospital del Tórax están muriendo ahogados”, dijo el director de dicho centro, Édgar Pozo, en conferencia de prensa, a tiempo de informar que tendrán que rechazar los respiradores chinos porque no reúnen las condiciones y ponen en peligro a los pacientes.

“El Instituto Nacional del Tórax ha sido declarado COVID pero hasta ahora no le dan condiciones de trabajo; el Hospital de Clínicas no ha recibido aún el personal ni los equipos médicos prometidos”, señala el pronunciamiento.

Se quejaron igualmente de que “el Hospital del Niño no tiene recursos del SUS, el Hospital de la Mujer está colapsado, el Hospital Gastroenterológico está prácticamente en quiebra; el Hemocentro no tiene el recurso humano suficiente, el Instituto de Medicina Nuclear no tiene reactivos e insumos para tamizaje neonatal y el Hospital Oftalmológico tampoco tiene apoyo”.

Insistieron en su demanda de ser protegidos por la Ley General del Trabajo al tiempo que recordaron que lucharon en las calles y ahora sólo reciben maltratos, bajos sueldos y jubilaciones no adecuadas