A INICIATIVA DE SUS FAMILIARES
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CIDH admite denuncia por desaparición forzada de Marcelo Quiroga Santa Cruz

Marcelo Quiroga Santa Cruz, exlíder socialista desaparecido en la dictadura de 1980

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió la denuncia por desaparición forzada del exlíder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, planteada por los familiares con el fin de buscar un acto de reparación de parte del Estado boliviano por la violación de derechos.

A través de un comunicado, la familia informa que, transcurridos diez años de la denuncia presentada sobre su desaparición forzada, sobre la ausencia de justicia y la desaparición continua de sus restos, se cuenta con un Informe de Admisibilidad.

Indican que iniciaron la acción legal luego de treinta años de haber realizado todos los esfuerzos al alcance de los familiares y de haber agotado todas las vías para encontrar verdad y justicia en el país y encontrar sus restos.

“El crimen permanece en impunidad pues no se conoce con certeza cuál fue su destino, ni se ha sancionado a todos los responsables, por lo que el Estado ha incumplido sus obligaciones”, dice en su comunicado.

Señalan que con la admisión se abre el camino para obtener justicia y reparación por la violación de derechos y empieza la etapa de fondo, al término de la cual el caso deberá ser sometido a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. 

Recuerdan que Marcelo Quiroga Santa Cruz es un símbolo de las luchas por la democracia y la justicia y entraña los valores éticos que caracterizaron su accionar: coherencia entre pensamiento, discurso y acción, responsabilidad y compromiso con los intereses del país y de los sectores desposeídos, entrega generosa de su tiempo, sus capacidades y de su vida al servicio de Bolivia.

Quiroga Santa Cruz fue asesinado durante el golpe de Luis García Meza, quien en enero de 2016 reveló a la comunicadora Gezien Manzilla, que su cercano colaborador y ex ministro del Interior Luis Arce Gómez lideró un grupo de militares de bajo rango que pretendió incinerar los restos del líder socialista, luego que fuera asesinado en la sede de la Central Obrera Boliviana (COB.

Junto a Carlos Flores Bedregal fue una de las primeras víctimas del golpe de Estado del 17 de julio de 1980 que interrumpió el mandato interino de Lidia Gueiler. Según el exdictador, Arce Gomez trasladó el cadáver desde la avenida 16 de Julio a las instalaciones del Estado Mayor.

“Arce Gómez se hizo cargo. Con varios suboficiales hizo cortar un turril, lo metieron ahí con gasolina, por las ánimas quisieron quemarlo y Marcelo solamente se chamuscó”, afirmó según los archivos digitales de Erbol. 

El exdictador fallecido agregó que Marcelo ya había fallecido cuando hubo el intento de incinerarlo, lo cual se evidencia en las fotografías publicadas en el desaparecido periódico Meridiano de La Paz.