Los bolivianos provenientes de Chile que cumplieron la cuarentena en el campamento “Tata Santiago” en la región fronteriza de Pisiga, comenzaron a retornar este sábado a sus respetivos domicilios y reintegrarse paulatinamente a sus familias. Así ocurrió con algunos integrantes en la ciudad de El Alto, La Paz y otro contingente en la ciudad de Sucre. La Asamblea Permanente de Derechos Humanos de El Alto, por intermedio del activista David Inca, informó que varios llegaron en horas de la madrugada en un horario escogido para evitar que los repatriados puedan ser entrevistados por los periodistas. Sin embargo informó que informó que algunos fueron dejados a su suerte en la Avenida 6 de Marzo a la altura de la Alcaldía Quemada, mientras otro grupo con destinado a la Sede de Gobierno, fue dejado en la Terminal de Buses, según afirmó el activista. En su criterio esto demuestra la insistente discriminación y el menosprecio a la dignidad de estos bolivianos de parte del gobierno de transición. "Para los que retornan a Bolivia por avión les esperan médicos, prensa y alguna autoridad siendo considerados ciudadanos de primera. Para los que retornan a Bolivia por tierra sólo les espera la indiferencia en la noche siendo considerados ciudadanos de segunda", declaró. Desde Sucre, la autoridad del servicio departamental de Salud Enrique Díaz informó que llegaron 52 personas portando un certificado de haber cumplido satisfactoriamente el período de aislamiento y que no presentaban ningún dato clínico que pudiese indicar que la enfermedad esté presente en ellos. Explicó que todos fueron revisados por el servicio médico y luego enviados a sus domicilios en la ciudad para que guarden la cuarentena y otro grupo de personas que radican en el interior del departamento, fueron alojados de un ambiente de Desarrollo Social de la Gobernación a la espera de una movilidad que les pueda trasladar al interior del departamento de Chuquisaca.