El temor al coronavirus volvió a generar dificultades en Bolivia. Desde el sábado hasta este martes, un total de 487 ciudadanos bolivianos ingresaron al país desde países limítrofes, sin embargo, en las últimas horas se generó susceptibilidad y alarma de vecinos que habitan alrededor de los lugares donde los repatriados fueron puestos en aislamiento.

El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, especificó que 82 bolivianos fueron repatriados en vuelo chárter desde Lima, Peru; 45 entraron a través de Puerto Quijarro en la frontera con Brasil; y 360 ingresaron por Pisiga en el límite con Chile.

Las dificultades se generaron sobre todo con quienes ingresaron al país por Pisiga. Ellos fueron llevados a diferentes departamentos, de acuerdo con su región de origen, pero en La Paz y Cochabamba vecinos se alarmaron y manifestaron sus reclamos, debido a la susceptibilidad que les generó tener a los repatriados en sus localidades.

Cochabamba

En Cochabamba, los repatriados fueron llevados a las instalaciones de la Villa Olímpica. Una vez enterados de esto, los vecinos del sector se movilizaron para expresar su descontento e incluso instalaron una vigilia. La manifestación fue tal que la Policía debió desplegar a personal antimotines al sector.

A eso se sumó que, desde el interior de la Villa Olímpica, los repatriados, a gritos, expresaron su angustia por el encierro y denunciaron que no habían comido. “Papi, sácame de aquí”, decía uno de los pedidos.

La tensión escaló, hasta que los vecinos dialogaron con autoridades. El militar encargado del operativo, que se identificó como general Cuéllar, fue el encargado de explicar a los pobladores la situación, según reporte de radio Kancha Parlaspa de la Red ERBOL.

Los vecinos reclamaron de que no les hayan avisado sobre la llegada de los repatriados. El militar les indicó que esas personas no están infectadas con coronavirus, pero por protocolo deben ser sometidas a exámenes. En ese entendido, el General dijo a los pobladores que los repatriados sólo se quedarían una noche en la Villa Olímpica y mañana serían despachados a sus casas.

A pesar del malestar, los vecinos aceptaron que mañana se retire a los repatriados, pero advirtieron que habría una vigilia para garantizar aquello.

El general Cuéllar aclaró que 155 personas fueron llevadas a la Villa Olímpica pero que más de 50 se irían en las próximas horas a Santa Cruz En ese marco, pidió a los vecinos que se permita el ingreso de transporte y de comida para abastecer a los repatriados.

En horas de la tarde, se supo que había ingresado comida para los aislados. Poco antes no se había permitido ni siquiera que sus familiares les entreguen comestibles.

La Paz

En la ciudad de La Paz, la susceptibilidad se generó en la zona Sur, donde vecinos de Alto Següencoma reclamaron por la presencia de los repatriados en la Casa Comunal del sector.

Los vecinos sostuvieron, en horas de la mañana, que no había las medidas de seguridad necesarias para tener los repatriados en ese lugar, que además es contiguo a un mercado.

El Gobierno advierte

El ministro Núñez repudió los actos de personas que están dificultando el transporte de los repatriados y agreden a los policías que los acompañan. Recalcó que esas personas fueron sometidas a los protocolos internacionales. 

“Exigimos a esos grupos de personas que no tienen solidaridad con nuestros compatriotas que dejen a las instancias gubernamentales desarrollar el trabajo de control sanitario. Les advertimos que aplicaremos todo el peso de la ley contra quienes estén saboteando el esfuerzo de todo un país”, manifestó.

Explicó que los repatriados, si presentan síntomas y cumplen criterios sospechosos, ingresarán de inmediato aislamiento estricto y serán sometidos al respectivo análisis de laboratorio. Por otro lado, se establecerá el aislamiento preventivo en su domicilio por 14 días a quienes sean considerados contactos de eventuales casos positivos.