Fuente: EUROPA PRESS

Al menos 21 personas han muerto y otras cuarenta permanecen heridas como consecuencia del bombardeo ejecutado por las tropas rusas en la noche del miércoles y la madrugada del jueves sobre la región de Járkov, en el este de Ucrania.

El último balance de víctimas por el momento ha sido ofrecido por el portavoz de la Fiscalía Regional de Járkov, Dimitro Chubenko, después de confirmar el hallazgo de una quincena de cuerpos más entre los escombros de un edificio residencial en el distrito de Saltivski.

Sobre las 21.30, hora local, del miércoles 17, un misil ruso impactó sobre un edificio residencial de tres pisos en el distrito de Saltiv, en la ciudad de Chuhuiv. Ya en la madrugada del jueves, sobre las 4.30, hora local, se registraron impactos de cohete en los distritos de Slobid, Jolodnohirski y Saltivski.

La ciudad de Krasnograd también fue otro de los objetivos de los misiles rusos durante la mañana de este jueves, en donde diez edificios residenciales fueron dañados y se registraron dos de esta veintena de fallecidos por ahora confirmados.

Esta última ofensiva rusa sobre la región de Járkov es una maniobra para intentar frenar las acciones del Ejército ucraniano en otros frentes, según ha valorado el Ministerio de Defensa británico en su último informe de Inteligencia.

"Las fuerzas rusas controlan la región de Járkov relativamente fácil, pero continúan realizando incursiones locales y ataques contra las fuerzas ucranianas. Probablemente estén tratando de obligar a Ucrania a mantener importantes fuerzas en ese frente para evitar que contraataquen en otros lugares", ha aventurado Londres.

A su vez, ha señalado que a pesar de la línea del frente en esta región apenas ha sufrido variaciones desde mayo, Járkov ha sido una de las ciudades más bombardeadas desde el comienzo de la invasión, posiblemente porque se halla "dentro del alcance de la mayoría de los tipos de artillería rusa".