Los presidentes de Rusia e Irán firman en Moscú un nuevo acuerdo de asociación estratégica
EUROPA PRESS
Los presidentes de Rusia e Irán, Vladimir Putin y Masud Pezeshkian, respectivamente, han firmado este viernes en Moscú un nuevo acuerdo bilateral de asociación estratégica en su primer encuentro cara a cara tras la transformación regional ocurrida a finales del año pasado con la caída del gobierno del presidente sirio Bashar al Assad, aliado estratégico de ambos países.
El acuerdo, que llevaba años bajo negociación, representa las líneas maestras de los próximos 20 años de relaciones bilaterales: 47 artículos que abordan cooperación en tecnología, información y ciberseguridad, colaboración en energía nuclear pacífica, esfuerzos antiterroristas, cooperación regional, cuestiones medioambientales, el mar Caspio y la lucha contra el blanqueo de dinero y el crimen organizado, según fuentes del portal 'Middle East Eye'.
A pesar de los fuertes vínculos bilaterales que les unen en la actualidad, las relaciones entre Rusia e Irán no siempre han representado un paradigma de estabilidad: son dos países que han librado guerras entre ellos en los siglos XVIII y XIX, y la entonces Unión Soviética invadió parcialmente Irán durante la II Guerra Mundial.
"Me alegra mucho que las conversaciones hayan terminado con éxito", ha manifestado Putin tras su reunión con el presidente iraní sobre una acuerdo que va a proporcionar "un impulso adicional a casi todas las áreas de cooperación" entre ambos países.
Por su parte, el presidente iraní también ha felicitado a los negociadores por la firma del acuerdo y recordado que "las relaciones con la Federación Rusa tienen una importancia estratégica", según recoge el Kremlin en su página web.
"Estoy seguro", ha añadido el mandatario, "de que la firma hoy de nuestro amplio acuerdo, dará un gran impulso al desarrollo de las relaciones bilaterales, y se convertirá en una base sólida para seguir avanzando".
Queda por recordar que Rusia construyó la primera planta de energía nuclear de Irán en el puerto de Bushehr, que entró en funcionamiento en 2013. Al año siguiente, Moscú firmó un contrato para construir dos reactores nucleares más, aunque su evolución se ha visto paralizada por diferentes eventos como la firma y posterior disolución del acuerdo de Irán sobre su programa nuclear con la comunidad internacional.
"Espero que la firma de este pacto pueda ultimar nuestros acuerdos en este ámbito", ha declarado el presidente iraní en un momento que Irán ha vuelto a enriquecer uranio a niveles próximos al de la fabricación de un arma nuclear, si bien Teherán sigue garantizando que no tiene intenciones de hacerlo y culpa de la situación actual a EEUU, concretamente al presidente electo Donald Trump, artífice de la suspensión del acuerdo al retirarse del pacto en 2018, durante su primer mandato.