En el marco de la Cumbre por la Democracia convocada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el mandatario argentino Alberto Fernández afirmó que en Bolivia hubo un “golpe de Estado” avalado por la OEA y parte de la comunidad internacional.

La Cumbre es una iniciativa de Estados Unidos con el objetivo de fortalecer la democracia, enfrentar al autoritarismo, luchar contra la corrupción y el respeto a los derechos humanos. Bolivia no fue invitada a la reunión.

En su intervención, Fernández sostuvo que en Latinoamérica se está viviendo un proceso singular, donde muchos países, del continente, van cambiando sus gobiernos y los procesos democráticos se van consolidando.

“Hemos vivido, también, un momento difícil. Hablo de Bolivia, nuestra querida república hermana. Bolivia ha padecido un golpe, avalado por gran parte de la comunidad internacional y por la Organización de los Estados Americanos (OEA), y pudo recuperarse y recuperar la democracia y - hoy en día - tiene vigencia plena la institucionalidad allí”, afirmó el mandatario argentino.

Dijo que “tal vez Bolivia sea, hoy, un buen ejemplo de la importancia de la democracia”.

“Democracia supone no intervención. La democracia es la mejor garante de la paz; la democracia no se impone ni con sanciones ni se impone por la fuerza. La democracia es como la paz, no se exporta. La democracia tampoco se impone”, reflexionó el presidente Fernández.

El mandatario rioplatense en el pasado calificó de “gobierno de facto” al de Jeanine Añez, acogió como asilado a Evo Morales y ahora es aliado de Luis Arce, en el contexto internacional.

Los gobiernos de Bolivia, Argentina y otros aliados como México ya han expresado anteriormente sus cuestionamientos a la OEA por su rol en las elecciones de 2019. El organismo en 2019 emitió un informe de auditoría electoral que identificó irregularidades en los comicios, sin embargo, sus detractores consideran infundadas sus observaciones y lo acusan de haber precipitado el derrocamiento de Evo Morales.