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El Gobierno de Brasil dice que los ataques del 8 de enero tuvieron el apoyo de militares ‘traidores’

Manifestantes afines a Jair Bolsonaro toman la sede del Congreso, el Palacio de Planalto y el Tribunal Supremo Federal en Brasilia. Foto: Europa Press

Fuente: EUROPA PRESS

El ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, ha asegurado este martes que los ataques del 8 de enero a las instituciones en Brasilia contaron con la participación de "generales y oficiales traidores", que "dicen ser patriotas" mientras "cantan el himno", pero al mismo tiempo "traicionan la Constitución".

Dino ha dicho en declaraciones para ICL Notícias que "cerca de cien militares" han prestado declaración por aquellos hechos y que el grado de jerarquía es cada vez mayor. "Estoy hablando de generales, de oficiales, traidores de Brasil", ha agregado.

"Dicen que son patriotas, pero son traidores. Cantan el himno nacional, juran defender la patria, pero traicionan la Constitución", ha dicho Dino, quien ha señalado que existen "tres vertientes" con las que se sustentaron los ataques que protagonizaron los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro.

Así, ha explicado que además de la vertiente militar está la económica, si bien parece solo involucrar a empresarios importantes a nivel regional, y política, que "es la más notable" y con la que se identifica a su "antecesor", Anderson Torres.

Anderson Torres, en el momento de los ataques era secretario de Seguridad de Brasilia, es la principal figura política detenida por los ataques del 8 de enero. Exministro de Justicia con Bolsonaro, está bajo prisión provisional mientras es investigado por supuestas connivencia con los asaltantes.

En los últimos días nuevas imágenes de lo ocurrido desencadenaron la dimisión del ministro del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), el coronel Marcos Edson Gonçalves Dias, hombre de confianza del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, que ya le había acompañado en sus dos mandatos anteriores.

En ellas se podía ver como actuaba con cierta tolerancia hacia la turba de bolsonaristas que irrumpieron en el Palacio del Planalto, indicándoles la salida e incluso acompañado a otros altos funcionarios que entregaban botellas de agua.