MEDIO AMBIENTE
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Roberto Navia en retrospectiva de “Mano Propia”: aumentaron las zonas sin Estado en Bolivia

AGENCIA DE NOTICIAS AMBIENTALES

A Roberto Navia, el multigalardonado periodista boliviano, consagrado dos veces con el Premio Rey de España, autor de la crónica “Tribus de la Inquisición”, que inspiró el documental del mismo nombre y la película “Mano propia”, no le mueve el piso los homenajes en su honor, se sigue sorprendiendo como un niño de las historias de injusticia social y ambiental. A cuesta de kilómetros recorridos por el territorio boliviano ha narrado impactantes investigaciones y advertido de la falta de Estado en varias zonas.

A la distancia, el periodista de investigación se ha sacado tiempo para hablar desde Santa Cruz con la Agencia de Noticias Ambientales (ANA). Mira en retrospectiva su trabajo, los riesgos que conllevaron sus investigaciones, lanza reflexiones útiles para periodistas que se cargan la mochila al hombro y deciden buscar historias en territorios indígenas y campesinos, áreas protegidas y zonas. Advierte sin duda, que las zonas sin Estado, sin ley, son cada vez mayores.r

ANA: Apreciado Roberto mirando en retrospectiva tu trabajo y la crónica “Tribus de la Inquisición” que la realizaste hace poco más de diez años, en un contexto alarmante porque Bolivia figuraba como subcampeón de linchamientos en América Latina y El Caribe -no sé si esto se mantuvo en términos cuantitativos- sin embargo ¿consideras que las zonas de excepción, sin ley, aumentaron en el país?

R.N: Muchas gracias por la entrevista, para mí es el honor que lo hagas túSin lugar a dudas que sí, tienes toda la razón, los viajes que vengo haciendo desde hace 20 años prácticamente, y que no han parado, antes con El Deber y ahora con la Revista Nómadas, en proyectos particulares, emprendimientos que tienen que ver con crónicas, reportajes, con cine, muestran a un país con una tendencia en el marco que venimos hablando que es peor, existen Estados dentro de un Estado en Bolivia y eso es muy preocupante y se lo tiene que denunciar, siempre lo que he dicho, conozco El Chapare desde hace varias décadas y la tendencia que se tiene en ese lugar obviamente es que ni la fuerza pública podía ingresar, comunidades abandonadas por el propio Estado con escasísima presencia policial, con casi nadie del Ministerio Público y con muchísima “ley del silencio” donde se operaba bajo sus propias normas e impedían la ley constituida en el país, pero lamentablemente no solo es el Chapare, y se ha agrandado de una manera extraordinaria lamentablemente. ¿Quién puede ingresar a El Chore?, nadie puede ingresar, a ver lo que está sucediendo Y si vos intentás ingresar como periodista vas a poner en riesgo tu vida. ¿Quién puede ingresar a la Amazonía boliviana?, vos misma eres testigo, donde la minería ilegal está haciendo de las suyas y donde ni siquiera los guardarparques tienen el derecho a ingresar, sino que como le ha pasado a Marcos Uzquiano y al otro colega guardaparque (Raúl) Santa Cruz donde han querido impedir el ingreso a un minero y han terminado siendo procesados. Ahora mismo ingresar a Bajo Paraguá se está siendo una situación tremendamente difícil y complicada, por la denuncia de grupos armados. Recientemente un grupo de autoridades legalmente constituidas por la democracia boliviana han pasado un mal momento porque la Policía ha detenido a cuatro interculturales deforestadores y avasalladores y toda turba se les ha ido encima, eso es inconcebible. Hay lugares que son azotados por diferentes motivos, entre ellos por el tráfico de tierras, avasallamientos o el narcotráfico, y entrar a estos lugares es complicadísimo y el Estado está perdiendo poder, está perdiendo un montón de cosas, que a nosotros los periodistas, los investigadores, los productores de estudios que denunciamos estos acontecimientos se convierte en una situación muy peligrosa porque no podemos ejercer nuestro trabajo con las garantías constitucionales y que nuestra vida, nuestra seguridad física puedan estar resguardadas. En el Chapare continúan los linchamientos, cuando anunciamos hace un par de meses el nacimiento de “Mano propia” se gestaba una noticia en el mismo lugar que hace diez años ocurría un linchamiento, el otro día salió otra noticia de que hubo otro linchamiento. No tengo estadísticas en las manos, pero lamentablemente las noticias de estos acontecimientos continúan. Solo Dios sabe de los linchamientos que no salen a la luz. Es un poco el panorama dentro de Bolivia, donde hay tierra de nadie, mejor dicho, tierra de muy pocos que están haciendo de las suyas, donde el Gobierno no ejerce poder ni autoridad.

ANA: ¿Roberto, cuándo ingresaste a Ivirgarzama en El Chapare para contar la historia del linchamiento de Roberto Ángel Antezana, sentiste algún temor por algún tipo de represalia?, ¿medías la peligrosidad de tu misión?, eso te consulto porque conforme pasan los años tienes mayor cuidado, en cambio cuando eres más joven, eres más arriesgado. ¿Cómo ha sido la experiencia de encontrar a los personajes de esta historia tan dramática?

R.N: Haciendo una retrospectiva y mirándome hace diez años, obviamente tengo en cuenta y más que nunca que no medí el peligro, porque estaba en un lugar donde veían ocurriendo varios linchamientos, estaba entrevistando a la familia que había decidido no irse de Bulo Bulo porque siempre manifestaron su inocencia y dijeron este es nuestro lugar y de aquí no nos vamos, obviamente vivieron de manera tormentosa por mucho tiempo. El trabajo de reportería lo hice de manera abierta, no lo hice ocultándome, entrevistaba al fiscal valiente además el hombre, me citaba a su oficina donde iba mucha gente o en el restaurante frente a la plaza y recibía en aquel tiempo mensajes de SMS porque no habían los smartphones y me decía que no pida entrevistas, que no hable porque nos estaban viendo y ahora viéndolo no creo que eran mensajes para aplaudirme, sino que la gente quería mantener la ley del silencio típica, donde la gente hace de las suyas para ejercer esa mal llamada justicia por mano propia.

Creo que hemos estado en riesgo, en peligro, obviamente no toda la comunidad, no toda la población está en eso (criminalidad) porque es cierto que hay mucha gente noble y trabajadora que está en actividades legales, lícitas pero lo malo es que son menos, pero por el nivel de violencia que ejercen parece que fueran un ejército.

ANA: Tribus de la Inquisición” logró uno de los galardones periodísticos más importantes a nivel internacional como es el Premio Rey de España, y  quizás otros periodistas después de eso se hubiesen relajado, en tu caso fue todo lo contrario, fuiste por un segundo Premio Rey de España con la investigación sobre el tráfico de los jaguares, te independizaste y has llevado cuesta arriba un proyecto periodístico donde no solo eres el director de la Revista Nómadas, sino también el investigador principal, te cargas la mochila, te pones al volante y entras a zonas rojas junto a tu valiente equipo, para contar historias sobre deforestaciones, tráfico de tierras, explotación de recursos naturales y otros de alto valor. ¿Qué te mueve trabajar a ese ritmo?

 R.N: Caramba, qué bueno ha sido Dios con todo esto porque después del Premio Rey de España para las “Tribus de la Inquisición” viene otro Rey de España con “Colmillos de la mafia”, la misma tribus fue convertida en un documental que está nominado a los premios Goya, estamos ahora con la película, estamos con la Revista Nómadas, vamos más de tres años y lo que me mueve es el hambre de contar historias, ese es un fuego enorme que está dentro de mí y que gracias a Dios no se apaga, yo me sigo sorprendiendo como un niño de lo que pasa en la sociedad y además considero que hay una rebeldía muy fuerte porque no concibo, ni justifico, ni me resigno a que el mundo siga mal como está, este mundo es tan hermoso, tiene personas maravillosas pero al mismo tiempo se lo está destruyendo y todo eso hay que contarlo. Lo que tengo es una gran necesidad de contar historias y eso es fantástico y a veces es una tortura porque a veces tienes una historia y se hace difícil en materia de tiempo, de recursos económicos, de cansancio y dices nunca más, pero escuchas una historia, una voz y empiezas otra vez con la necesidad de contar, y eso es lo que a mí me gusta. Es un fuego que no se apaga, nos diría nuestro colega Rubén Poma, creo que muchos de nosotros los periodistas hay un jenecherú galopante de contar historias. Cuando era niño me encantaba que me cuenten historias y las historias hacen de este mundo mejor y están dando soluciones, se está generando todo un movimiento de conciencias, de resiliencias. A mí me gusta contar y también consumir historias y creo que esa la fuerza que nos empuja en Nómadas.

ANA: Cuando se abre tanta proyección en torno a la película “Mano Propia” de Gory Patiño, basada en tu crónica, que se sabe además representará a Bolivia en los Premios Óscar en la categoría mejor película internacional, ¿más allá que gane o no en ese ámbito, consideras que fue clave para que la producción cinematográfica apostar por una historia real y no en ficción?

R.N: Sin lugar a dudas creo mucho en el poder de las palabras y el poder de las imágenes y por eso creo en el poder de las historias, por eso me encanta hacer este tipo de periodismo, de trabajar a fuego lento, que tiene que ver con la investigación, tiene que ver con la profundización, con la elaboración, con el hambre de no correr, ¿no?. Y además, es una gran metáfora para la sociedad, porque la sociedad está corriendo, muchas veces no se sabe a dónde está corriendo, pero todo el mundo está corriendo, y mientras todos corren alguien no tiene que correr y ver el mundo de otra manera, y cuando todo el mundo corre en el camino hay cosas que dejas pasar y ahí viene el trabajo de verdad de quienes nos dedicamos a contar historias, de recoger aquello que nadie más ve. Tú lo sabes.

¿Quién no ha cubierto linchamientos? hay muchísimos periodistas que iban a cubrir ¿pero qué pasaba cuando se enterraba a los muertos?. Todo el mundo retornaba a sus medios, pero ahí los cronistas llegamos tarde a los hechos y llegamos tarde a propósito, justamente cuando ya no hay esa bulla porque es necesario abrir los oídos y escuchar con la mente y el corazón y así se concibe la historia, que sea una gran historia y lo de Ivirgarzama o Bulo Bulo se convierta en una historia universal y que va más allá de Bolivia y entra en el contexto internacional, busca inmortalizar la historia y la historia hace su propia vida, la historia la encontró a Rony Patiño, la leyó la crónica y se hizo la película en la mente y el corazón, también la encontró a Mary Lozano, la directora de cine de España y no sabes, me llama mucha gente y me dice: esta crónica me salvó la vida en diferentes sentidos, en lo personal, en lo profesional, de ver las cosas o escribir, mucha gente que ya escribe gracias a la crónica y eso te da muchísima satisfacción, y algo me dice: oye muchacho no estabas equivocado, has peleado contra viento y marea, pero fue por mis convicciones.

ANA: Es un lindo mensaje cuando hablas de llegar tarde a este tipo de noticias y contar la historia con la cabeza más fría, porque normalmente la mayoría de las y los periodistas de seguridad cuando sucede este tipo de hechos entran en una dinámica de sumar las cifras en rojo y de alguna manera se va naturalizando la muerte, incluso con la cara del sensacionalismo.

R.N: No solo periodistas del área de seguridad, también economía tragándose el cuento de números, ni qué decir de política aguardando conferencias de prensa para que les mientan, cuando debemos hacer un trabajo informativo, Me parece eso escalofriante.

ANA: ¿Mirando en retrospectiva tu trabajo decías que se agravaron las zonas en rojo en el país, y vos que vas transitando por estas zonas, cómo haces para preservar tu seguridad, y esta información ayudaría a quienes hacemos investigación, porque lo último que queremos es convertirnos en víctimas de estas organizaciones criminales que están detrás del control territorial, del tráfico de tierras, de los recursos naturales, de los incendios forestales, la minería ilegal, entre otros ilícitos?

R.N: A partir de la Revista Nómadas estamos siendo permanentemente capacitados con protocolos de seguridad física, psicológica, hay instituciones del gremio periodístico que también están apoyando. Y algo muy importante, no solo por la seguridad tuya y la de tu equipo periodístico, sino también por la seguridad de tus fuentes de los que vas a visitar. No puedes visitar a una comunidad indígena y retirar tu personal y después se quedan ellos a merced de los narcotraficantes. Hay que aplicar esos protocolos de seguridad, nos capacitemos y no actuemos solo bajo instinto natural, y así lo hacía hace muchos años, pero uno va creciendo profesionalmente y debe recibir capacitación, debes tener un seguro de salud porque puede pasar cualquier cosa como un accidente vehicular, tener celulares con señal satelital, porque estas organizaciones criminales están armadas hasta los dientes, tienen drones infrarrojo para las noches, es tremendo, tienen vehículos 4 x 4 como asaltantes. Nosotros no podemos competir contra eso, tenemos que tener un seguro contra accidentes. Otro punto muy importante; los que se queden en la ciudad tienen que saber tus movimientos, todas tus rutas, dónde estarás, en qué lugares, saber dónde no hay internet y cuánto tiempo deben esperar para alertarse, a quiénes deben llamar, qué teléfonos de seguridad deben llamar, ya sea de la Policía, de autoridades, alcaldes, caciques del lugar, debes tejer una red de comunicación para que se te pueda hallar en caso de que desaparezcas. Son elementos muy importantes que se toman en cuenta en la capacitación, y me ocurrió, tuve que ocultar la placa del vehículo para que no se te identifique, saben dónde vivís y pueden ir por tu familia también, y si vas hacer una investigación muy delicada debes congelar tus redes sociales hasta que salga tu publicación.

ANA: Excelentes recomendaciones para mejorar los mecanismos de seguridad en la práctica, en tiempos en que la peligrosidad de las organizaciones criminales es cada vez mayor.

R. N: Los elementos básicos para cuidarse, están los otros enemigos, los poderosos, las grandes corporaciones, que no tienen la etiqueta de delincuentes, ni asesinos, sin desmerecer a los otros, pero son muy peligrosos sin lugar a dudas.

ANA: Agradecida por la entrevista querido Roberto, porque es un tiempo muy valioso escuchar en voz propia tus relatos y el plus que le das con el enfoque de un investigador a todo terreno.

R.N: Siempre va a ser un gusto hablar contigo y mucho más analizar estos temas que son muy importantes porque considero que eres una periodista excepcional y una gran investigadora. Mi admiración a todo tu trabajo.


Afiche de la película Mano propia que se exhibe en salas del país