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Mal de chagas: Probioma presentó el 2006 controlador biológico contra la vincucha pero el Estado no lo empleó

AGENCIA DE NOTICIAS AMBIENTALES

La fundación Productividad Biósfera Medio Ambiente (Probioma) presentó el año 2006, tras varios años de investigación en laboratorio y pruebas de campo, excelentes resultados del controlador biológico contra la vinchuca, a pesar de ello ni el Estado central ni los municipios afectados por esta grave enfermedad optaron por el uso del producto.

La información fue proporcionada a ANA por el agroecólogo e investigador, Miguel Crespo. “Hace 24 años Probioma realizó las investigaciones de laboratorio y campo con un controlador biológico contra la vinchuca, el vector del mal de chagas; el 2006 presentamos los excelentes resultados del control biológico del vector al Ministerio de Salud y al Programa Chagas, lamentablemente nos comunicaron que aún tenían un stock de cipermetrina”, señaló.

El también director de Probioma dijo que la cipermetrina, pesticida usado contra la vinchuca, junto con el diclorodifeniltricloroetano (DDT) fueron usados en zonas afectadas por la enfermedad. “Seguramente habían intereses económicos de por medio”, dijo.

“Sin embargo el problema del mal de chagas persiste; esta es una muestra más de que no se valora la innovación tecnológica de la biodiversidad por entidades bolivianas y se continúa esa política de dependencia a las multinacionales de los pesticidas que no sólo resuelven el problema, sino que lo agravan”, aseguró.

Lamentó que a la fecha, los municipios afectados con el mal de chagas prefieren usar fondos públicos en la compra de pesticidas químicos que tienen impactos en el medioambiente, el suelo y el aire.

El control biológico, una alternativa viable

Miguel Crespo explicó que el control biológico es una alternativa viable como una estrategia del control antivectorial integral, mediante el uso de microorganismos entomopatógenos que permiten incorporar una estrategia no contaminante.

“La utilización de hongos como método de control biológico tiene gran potencial en el área de la salud contribuyendo en la reducción de las poblaciones del vector del Chagas”, señaló

El controlador biológico del vector del mal de chagas (Triatoma infestans) demostró ser una alternativa de combate efectivo, para impedir su reproducción y prevenir el mal, reducir los impactos socio ambientales causados por las fumigaciones convencionales.   

Sin embargo dijo que el control químico de triatominos vectores de la enfermedad de chagas es la estrategia más utilizada.

Mencionó que los primeros programas gubernamentales de control en la región se imploementaron en Argentina, Brasil y Venezuela en la década del 50 a través del uso de insecticidas clorados como el Dieldrin, el HCH, el Fenitrotión y el malatión.    

Con graves impactos

El uso de químicos en la lucha contra la vinchuca ha tenido graves impactos en la vida humana y el medioambiente, recordó Crespo.

“Los químicos dejan de ser efectivos después de un período en el que la vinchuca ha sido expuesta a los mismos”, explicó.

Actualmente las moléculas más utilizadas son los cianopiretroides de tercera generación (Delta-metrina, Beta–ciflutrina, Lambda-cihalotrina y Alfa-cipermetrina).

Solo en Santa Cruz: 80 pacientes al año

El Servicio Departamental de Salud (Sedes) de la Gobernación en el marco del “Día Mundial del Chagas”, reportó que los índices de infestación del Chagas disminuyeron en los últimos años en el departamento.

Jaime Bilbao, director del Sedes, explicó que el departamento tiene una prevalencia de la enfermedad de Chagas de 31,8% y que cada año, se diagnostican alrededor de 80.000 pacientes entre niños, jóvenes, adultos y mujeres embarazadas en el sistema de salud público de las áreas endémicas.

Recordó que durante el año 2024, se detectaron y trataron 30 casos de Chagas congénito, lo que demuestra la capacidad del sistema de salud para actuar a tiempo.

La autoridad, señaló que el 90% de los municipios se encuentran en fase de control, aunque se mantiene una vigilancia activa, especialmente en zonas de mayor riesgo como Cabezas, Charagua y Cuevo.

Los departamentos con mayor prevalencia son: Santa Cruz, Chuquisaca, Cochabamba y La Paz, sobre todo en zonas de valles.