AGENCIA DE NOTICIAS AMBIENTALES

Indígenas de las comunidades de San Ignacio de Velasco, en Santa Cruz, sospechan que las fumigaciones por aire y tierra con agrotóxicos están derivando en enfermedades como la diarrea, alteraciones respiratorias, dolores de cabeza, hasta posibles casos de cáncer y malformaciones, por ello exigen una auditoría ambiental en la zona.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), advierte que el uso de agrotóxicos puede causar diversas enfermedades, como: cáncer, leucemia, parkinson, asma, trastornos neuropsicológicos y cognitivos, esterilidad y anemia  aplástica. Según la literatura científica, también pueden producir dolor de cabeza, taquicardia, fatiga, mareos, diarrea,  alteraciones respiratorias, visión borrosa.

El impacto en ocho comunidades de San Ignacio de Velasco con agrotóxicos, la limitación al acceso de agua y el represamiento de cursos de agua, y los graves daños a la salud y al medio ambiente, fueron difundidos recientemente en dos informes    elaborados por la Clínica Jurídica de interés colectivo que forma parte de la carrera de Derecho de la Universidad Católica Boliviana ‘San Pablo’ sede Cochabamba, gracias a una alianza, con Productividad Biosfera Medio Ambiente (Probioma) y el Centro de Documentación e Información  Bolivia (CEDIB).

Auditoría ambiental

Para el subalcalde del Distrito 11, Pedro Cambará,  los indígenas chiquitanos  deben tomar fuerza, en base a estos dos informes para defender sus derechos humanos, a la salud, a la preservación de los bosques, a fin de que sus hijos vivan una vida saludable; como lo hacían sus abuelos que vivían felices con la naturaleza. Se deben hacer respetar las leyes nacionales e internacionales.

“Debe haber una auditoría ambiental por los agrotóxicos utilizados por los empresarios ganaderos y de soya, para poder contra restar los problemas de salud, como de la vista, dolor de cabeza, además el desmonte de los bosques que afecta al medio ambiente y nuestros suelos. Se debe hacer respetar la Constitución Política del Estado y las leyes internacionales”, expresó Cambará a la Agencia de Noticias Ambientales (ANA).

A su turno, Adán Tapeosi Pachuri señala, “nos golpea el tema del agua principalmente para la subsistencia y nuestros sembradíos que hacemos en forma manual todavía; ya nos esta afectado la falta de comida. Nosotros nos alimentamos de los pescados del río que están contaminados, hay muchas diarreas, dolores de cabeza y problemas con los ojos”.

“Tengo un registro de 26 comunidades, incluso con los datos del censo último por lo menos son unas 40 a 50 comunidades afectadas, por falta de agua, el daño a la salud y al medio ambiente que nos daña a nosotros; nuestros hijos, a toda nuestra descendencia. Por eso, queremos una auditoría ambiental por los agrotóxicos y un plan estratégico, para que no vuelvan a suceder los incendios”, remarcó.

Para el Cacique Lordy Suárez Chore de la comunidad San Simón Alto Paraguá, el daño a la “salud se presenta con la diarrea, problemas respiratorios, especialmente se enferman las señoras; sumado a la falta de seguridad alimentara con la ampliación de la frontera agrícola y la deforestación, con menos recursos hídricos para las comunidades y sus animales, el atentado a la biodiversidad. Nosotros vivimos de la caza y pesca,  por todo esto debería haber una auditoría ambiental”, dijo.

Para Suárez los Distritos 3 y 11 son los más afectados por la fumigación con agrotóxicos que contaminan el agua del río y a los pescados, el suelo, donde ya no pueden cosechar para garantizar su alimentación los indígenas.

Casos de malformaciones y cáncer

Mientras que para el Cacique y profesor, Sixto Alfredo Choma de la comunidad 15 de Agosto del Distrito 3, se presentaron algunos casos de malformaciones humanas, que sospecha seria producto del uso indiscriminado de agrotóxicos.

“Si, se han presentado malformaciones en lo que son los humanos, las fumigaciones nos hacen mucho efecto y los niños son los más vulnerables con las diarreas. Las mujeres embarazadas les hace  mucho efecto, y porque no decir a nuestras plantaciones con las fumigaciones. Creo que debería haber una auditoría ambiental”, subrayó.

Con relación al cáncer, “podría decir que sí, pero no se ha hecho un seguimiento para ver si realmente esa afectación fue producto de las fumigaciones, pero si creemos que afecta con enfermedades respiratorias, dolores de cabeza”

Entre tanto, Leonarda Chure Masai de la comunidad Colorado Alto Paraguá, del Distrito 8, respecto a las malformaciones respondió: “sí, he visto algunos en mi comunidad Colorado hay un niño de 13 años que no puede hablar, no puede caminar. Con relación al cáncer solo hay comentarios”.