PESE A EXISTIR UN PROCESO LEGAL
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En la ladera de una montaña en el Parque Nacional Cotapata instalan postes con poleas para extraer oro de bocamina

Entre la vegetación casi ocultos los cooperativistas instalaron la operación minera ilegal.

El proceso legal instaurado en la pasada gestión en contra de presuntos operadores mineros auríferos por la apertura ilegal de un camino que arrasó extensa cobertura boscosa en la ladera de una montaña al interior del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Cotapata, no impidió que los mismos transgresores, instalen postes con cables y poleas que funcionan con un generador eléctrico, destinados a mantener una operación minera ilegal que extrae oro del interior de una bocamina.

“En una de las inspecciones de los guardaparques, se evidenció que a unos 500 metros de la carretera principal a los Yungas, ingresando por la zona de Chuspipata (a 46 kilómetros al norte de la ciudad de La Paz) existe actividad minera ilegal al interior del área protegida por lo que, son los mismos cooperativistas que están reincidiendo”, afirmó el director del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Cotapata, Jorge Blanco.

Los guardaparques y otros funcionarios estatales registraron desde una distancia prudente que existe la participación de, aproximadamente, una treintena de personas que extraen oro de la bocamina en tres turnos, durante las 24 horas del día. En el lugar construyeron estructuras de cemento, trasladaron material de construcción y conectaron un generador eléctrico.

Un miembro del cuerpo de protección, que prefirió no ser identificado, reveló que en marzo del año pasado después del operativo que contó con la asistencia de unos 60 efectivos policiales y que permitió la paralización de un camino que intentaron abrir, se quedaron (los mineros) sin actividad y después desde mediados de este año otra vez iniciaron trabajos como la instalación de cables eléctricos, el traslado de un generador de corriente eléctrica y más abajo en la pendiente armaron carpas para pernoctar durante la noche”.

Son personas forasteras y agrupadas en la cooperativa “Flor Nueva Esperanza” que explotan oro de la bocamina con el apoyo de habitantes del lugar que se asentaron en la comunidad de Chuspipata, un lugar que sólo fue de descanso en la ruta antigua a los Yungas o “camino de la  muerte”, ruta turística por excelencia, por la que circulan cientos de bicicletas con turistas cada día.

El Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Cotapata fue creado por el Decreto Supremo 23547 del nueve de julio de 1993, se encuentra al noroeste del departamento de La Paz en las provincias Nor Yungas y Murillo.

Es considerado un importante reservorio genético con especies endémicas y de alto valor para la conservación como el oso andino, cóndor, puma, tunqui, entre otras, la región es esencial para la conservación de ecosistemas prístinos, la protección de especies amenazadas y el desarrollo sostenible. 

Conflictos entre ellos

El guardaparque, que prefirió no ser identificado, detalló que “hace unos cuatro meses que entre pobladores locales y mineros se produjeron conflictos que generaron hechos de violencia e incluso con el uso de material explosivo como dinamita”.

Pero ahora se reagruparon con seudodirigentes de la supuesta comunidad Chuspipata, que antes funcionaba sólo como un punto de descanso, para las movilidades que ingresaban y salían de los Yungas.

Desde la lejanía es posible evidenciar la deforestación en la cobertura boscosa, se puede observar el lugar donde fue paralizado el camino irregular que sobresale en medio de la exuberante vegetación, una de las características de la zona de Chuspipata.

Más abajo transcurre el río Unduavi y su cauce es casi acallado por el ruido de motores de las compresoras y del generador eléctrico que no dejan de funcionar. Se conoce que en el sector que ya no es parte del área protegida muy cerca de su límite en el río Elena también existen operaciones mineras que explotan oro aluvial, estas actividades tienen inevitablemente una afectación en los ecosistemas, la fauna y flora del lugar.

Según el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) se tiene un proceso penal en el lugar, por lo que se espera que esta acción judicial pueda contribuir a detener esta actividad minera, que de hecho es ilegal, porque no existe autorización alguna de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) ni del propio SERNAP.

Los guardaparques coincidieron en reconocer que la zona de Chuspipata se ha vuelto peligrosa, al igual que la zona de Yerbani, donde se está extendiendo la minería aurífera ilegal. (Cronista21)