MENSAJE A LA COP30
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El Papa insta a adoptar ‘medidas climáticas más contundentes’ y advierte que ‘el tiempo se agota’

Foto: Vatican News.

En un mensaje dirigido a los participantes de la COP30 reunidos en Belém, Brasil, el Papa León XIV exhortó a los líderes mundiales a acelerar la acción climática y fortalecer la voluntad política para mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C.

El pontífice habló a través de un saludo enviado a las Iglesias del Sur Global congregadas en el Museo Amazónico, donde destacó tanto los avances logrados como la “insuficiencia” de los esfuerzos actuales.

León XIV se sumó a lo que calificó como la “voz profética” de los cardenales presentes en la cumbre, enfatizando que la Amazonía permanece como “un símbolo vivo de la creación con una necesidad urgente de cuidado”. El Papa elogió la elección de “la esperanza y la acción en lugar de la desesperación”, pero subrayó que la esperanza y la determinación deben renovarse "también en acciones concretas”.

El pontífice advirtió que la creación “clama en inundaciones, sequías, tormentas y un calor implacable” y que una de cada tres personas vive en alta vulnerabilidad climática. Recalcó que para millones de personas “el cambio climático no es una amenaza lejana” y que ignorar esta realidad es “negar nuestra humanidad compartida”.

Aunque afirmó que “aún hay tiempo” para contener el aumento de la temperatura global, alertó que “el tiempo se agota” y llamó a actuar “con rapidez, con fe y con la convicción de que Dios nos ha confiado el don que Él nos ha encomendado”.

León XIV reconoció el papel del Acuerdo de París como “nuestra herramienta más poderosa” para proteger a las personas y al planeta, pero fue contundente al afirmar que no es el pacto el que falla, sino “nuestra respuesta”. Denunció la falta de voluntad política de algunos gobiernos y sostuvo que “el verdadero liderazgo implica servicio y apoyo a una escala que realmente marque la diferencia”. Según el Papa, adoptar “medidas climáticas más contundentes” no solo es una obligación moral, sino también una vía para construir “sistemas económicos más fuertes y justos”.

El mensaje concluyó con un llamado a la cooperación global: “Somos guardianes de la creación, no rivales por sus bienes. Enviemos juntos un mensaje global claro: naciones unidas en firme solidaridad con el Acuerdo de París y la cooperación climática”.

Finalmente, expresó su deseo de que el Museo Amazónico sea recordado como el lugar donde “la humanidad eligió la cooperación sobre la división y la negación”, impartiendo su bendición a quienes trabajan por “seguir cuidando la creación de Dios”.