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Cuatro especies de anfibios del Valle de La Paz habitan el Bioparque Vesty Pakos

La ranita arborícola (Hypsiboas riojanus) vista en el Bioparque (Foto: Bioparque Municipal Vesty Pakos)



El Bioparque Municipal Vesty Pakos no solo es un centro de custodia de animales silvestres víctimas del tráfico, comercialización y tenencia ilegal sino también es un espacio de conservación de fauna silvestre nativa, entre ellos, cuatro especies de anfibios representativos del Valle de La Paz.

Por: Tania Imaña

La Paz, 29 de abril de 2021 (ANA).- En el Valle de La Paz existen seis especies de anfibios de los cuales cuatro habitan en el Bioparque Municipal Vesty Pakos.

“Tenemos la suerte que en el Bioparque se observen anfibios de la zona” señaló Claudia Cortez, bióloga y responsable del Área de Conservación y Manejo de fauna silvestre de este importante centro de custodia. “Son cuatro especies muy interesantes y con características muy especiales” agregó.

La ranita arborícola

Este anfibio más conocido como ranita por su tamaño de cinco a siete centímetros y su color verde claro intenso corresponde a la especie Hypsiboas riojanus.

“Los machos son los que cantan para atraer a las hembras. Su canto es similar a un sonido metálico. Se lo puede escuchar al atardecer cerca de la laguna del Bioparque” explicó Cortez.

Según el libro “Historia Natural del Valle de La Paz” esta ranita deposita sus huevos en una masa gelatinosa sumergida en el agua. Sus renacuajos nadan libremente hasta convertirse en adulto.

“Son ranas arborícolas, es decir, que viven en los árboles por lo que se las encuentra a metro o metro y medio de altura en el tronco de los molles” remarcó la profesional.




La ranita arborícola (Hypsiboas riojanus) vista en el Bioparque (Foto: Bioparque Municipal Vesty Pakos)

El anfibio más grande del Valle de La Paz

También conocido como sapo o thoko en aymara pertenece a la especie Rhinella spinulosa. Es un anfibio terrestre de cuerpo robusto mide hasta 10 centímetros. Las hembras son más grandes que los machos y ambos son de color marrón claro.

El libro “Historia Natural del Valle de La Paz” señala que los adultos son principalmente nocturnos y su color permite un camuflaje perfecto durante el día ya sea oculto debajo de piedras o en grietas en la tierra.

“Ellos aprovechan los cuerpos temporales de agua que se forman por las lluvias en el Bioparque” enfatizó Cortez “la metamorfosis que atraviesa, como cualquier otro anfibio de jokollo a adulto, se da rápidamente porque los cuerpos de agua se van secando” agregó. Sus huevos son depositados en filas que se mantienen juntas por un material negro gelatinoso.

Las principales amenazas a este sapo son el tráfico ilegal para la taxidermia y ser usado como amuleto o la captura con fines educativos para las disecciones escolares.




Sapo o thoko (Rhinella spinulosa) visto en el Bioparque (Foto: Bioparque Municipal Vesty Pakos)

Ranita que ahuyenta a sus depredadores

Más conocida como con el nombre en aymara jaampatito y pertenece a la especie Pleurodema cinereum. Es una rana pequeña que mide entre tres a cuatro centímetros.

“Su coloración es verduzca y su característica principal es la presencia de dos manchas que asemejan a ojos en la parte inferior de su espalda hacía los muslos que le sirven para ahuyentar a sus depredadores” mencionó Cortez “cuando un depredador esta acerca, ellos abren sus patitas para mostrar sus falsos ojos y ahuyentarlo” enfatizó.

En el texto “Historia Natural del Valle de La Paz” establece que el canto de los machos se escucha hasta a un kilómetro de distancia. Tradicionalmente se dice que su croar es similar a la de un ladrido y que además anticipa las lluvias.

“Dejan sus huevos en un nido que se asemeja a la espuma de jabón en los bordes de los charcos que se forman en el Bioparque” señaló Cortez.

El anfibio más amenazado del Valle de La Paz

“Esta rana ya es muy rara de ver en nuestro Valle porque su hábitat es afectado y amenazado por diferentes factores, pero afortunadamente se la encuentra en la laguna que se forma cerca del Domo de Cóndores en el Bioparque” mencionó Cortez.

Este anfibio semi arborícola es de la especie Gastrotheca marsupiata “al decir marsupiata nos recuerda a los marsupiales que son mamíferos que poseen una bolsa donde crían a sus bebes; como los canguros. Esta rana tiene esa alusión en su nombre porque las poseen una bolsa en su espalda donde están sus huevos y ahí van creciendo hasta que se forman los jokollos” explicó la bióloga.

Según el libro “Historia Natural del Valle de La Paz” es un anfibio pequeño que mide de tres a cuatro centimetros y se caracteriza por la presencia de una mancha en forma “T” sobre su cabeza. Es de hábitos nocturnos y durante el día se oculta debajo de las rocas o en troncos porque tienen una membrana entre sus dedos que le permite sujetarse a los árboles.

Importancia de los anfibios en el Valle de La Paz

Los anfibios se alimentan principalmente de insectos por lo que tienen una función fundamental como controladores biológicos de plagas y de enfermedades.

Además, “en el Bioparque cumplen un rol relevante en el ecosistema porque son alimento de otros animales como aves y mamíferos nativos del lugar” explicó Cortez.

El libro “Historia Natural del Valle de La Paz” establece que cumplen un rol importante sobre la calidad del agua porque los anfibios se ubican en lugares donde el agua es óptima para su reproducción. “Si históricamente sabíamos que en un lugar había anfibios y ahora ya no hay, es ideal evaluar cómo está el agua en ese sitio” explicó la profesional.

Asimismo, los anfibios están relacionados con el cambio climático “tal vez escucharon a los abuelitos decir que cuando los sapitos lloran va a llover y eso se debe a que no tienen protección alguna en su piel, a diferencia de los mamíferos que tienen pelo o las aves que tienen plumas, así que ellos estan a flor de piel y sienten los mínimos cambios de temperatura, humedad y presión atmosférica por eso te anuncian cuando va a llover. Nos avisan qué está pasando con el clima” remarcó Cortez.

En los últimos años debido al crecimiento demográfico de la ciudad estas especies de anfibios son restringidos en su distribución. Más aún las otras dos especies del Valle de la Paz; la Pleurodema marmoratum y la Telmatobius marmoratus que es acuática.

“Aún se puede encontrar anfibios en zonas que no están tan impactadas. Por eso las áreas protegidas municipales ayudan a su conservación” agregó Cortez.

Algunos otros espacios importantes para anfibios en la ciudad de La Paz son el Campus universitario de la Universidad Mayor de San Andrés en la zona de Cota Cota, el Área Protegida Municipal del Bosque de Bolonia y el Bosquesillo de Auquisamaña.

Abril: Mes de los Anfibios

El Bioparque se sumó a la celebración mundial del Día de los Anfibios que se celebra el 28 de abril. Realizó numerosas publicaciones informativas en sus redes sociales institucionales y organizó seminarios y conferencias para la socialización de las especies de anfibios del Valle de La Paz y de su Programa de Conservación de la Rana del Lago Tititicaca, especie en peligro de extinción por la contaminación de su hábitat.

“El Vesty Pakos alberga nueve ranas gigantes del Lago Titicaca” señaló Claudia Cortez. Estás ranas corresponde a la especie de Telmatobius culeus que son consideradas las más grandes del mundo por llegar a medir entre 30 a 50 centímetros.

Y se encuentran en un acuario denominado Jampaturi que significa «el lugar de las ranas» que simula las condiciones, a pequeña escala, de su hábitat. Estas ranas gigantes forman un programa de educación e investigación de la especie.




Rana del Lago Titicada (Telmatobius culeus) en su acuario denominado Jampaturi en el Bioparque (Foto: Bioparque Municipal Vesty Pakos)

Datos del Bioparque Municipal Vesty Pakos

El Vesty Pakos se encuentra legalmente establecido y emplazado en el área protegida municipal Parque Mallasa, declarado según Ordenanza Municipal del 28 de septiembre de 2000 con la categoría de Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado por presentar flora y fauna representativa del Valle de La Paz.

Por lo tanto, este centro de custodia no solo alberga 520 animales, en su mayoría, víctimas del tráfico y la tenencia ilegal de fauna silvestre, sino también diversa fauna silvestre asociada al Valle de La Paz desde mamíferos como murciélagos, roedores silvestres, marsupiales y vizcachas, más de 45 especies de aves, entre residentes, visitantes y migrantes que encuentran en el Bioparque un lugar de descanso y alimentación y cinco especies de reptiles, entre lagartijas y serpientes, y las mencionadas especies de anfibios.

El Bioparque además tiene prácticas de manejo de fauna silvestre certificadas por organismos internacionales y programas de rehabilitación, reinserción y conservación de especies amenazadas del país.