AGENCIA DE NOTICIAS AMBIENTALES

Abrogación de las normas incendiarias, esa fue la principal consigna de la marcha que se efectuó la noche del marte 11 de septiembre, congregando a más de mil manifestantes, una cifra equivalente a la de la movilización semejante del día anterior, solo que esta vez fue a nivel nacional, ya que la declaración de pausa ecológica indefinida por parte del gobierno no fue suficiente, sin embargo la represión fue mucho más dura, se empleó balines y agentes químicos por la Policía que reprimió, hirió y detuvo a los ambientalistas, además que inclusive afectó a la prensa.

En esta ocasión los manifestantes se congregaron a las 18:30 en Plaza Avaroa, desde donde bajaron hasta la avenida Arce, para subir por allí entre vítores de la ciudadanía y continuar por la avenida 16 de Julio (El Prado), seguir por la avenida Mcal. Sta. Cruz y subir hacia Plaza Murillo por la calle Ayacucho, aunque a la altura de la vicepresidencia el primer cerco policial impidió el paso de los marchistas, precisamente en la esquina de la confluencia de esta última vía con la calle Mercado.

“Hoy vamos a continuar con todo lo que sea necesario, tenemos que seguir presionando, tenemos que pedir al Poder Legislativo que hagan un tratamiento y abroguen estas leyes incendiarias, esta presión es de la sociedad…la emergencia nacional no es suficiente, es una parafernalia, tiene que decretarse desastre ambiental, los sectores implicados en la devastación son la agroindustria, la minería…de este ecocidio y crimen”, afirmaron algunos manifestantes.

Participación masiva

Fue impresionante la participación de adultos, jóvenes, mujeres en su mayoría, algunos bomberos voluntarios e inclusive había niños gritando consignas contra la agroindustria, menonitas y otros. Enseguida un grupo numeroso después de unas oraciones, de entonar el himno nacional y algunas arengas, encarriló por la calle Mercado para subir por la calle Yanacocha, solo lograron recorrer una cuadra hasta la calle Potosí, donde otro cerco policial impedía el acceso ya a una cuadra de Plaza Murillo.

Nuevamente los manifestantes siguieron por la calle Potosí hasta subir por la calle Yanacocha primero a la altura de la calle Comercio, otra vez el cerco policial, de allí seguir subiendo hasta la calle Ingavi para proseguir por esa vía, pero tampoco fue posible el ingreso a Plaza Murillo, los cercos policiales no lo permitían. Entonces los marchistas bajaron por la calle Colón hasta llegar a la calle Comercio, a la altura de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), por detrás de los policías.

Agresiones y maltratos

Del otro lado también se encontraba un numeroso grupo de marchistas que saludaron con gritos y banderas bolivianas a los recién llegados. Allí comenzó una de las primeras gasificaciones, pues efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) se abalanzaron sobre los marchistas que arribaron por detrás de ellos, mientras algunos manifestantes proferían gritos y consignas ante el edificio de la ALP los efectivos los empujaron y los hicieron corretear a tiempo de lanzar gases lacrimógenos mediante spry directamente al rostro y a los ojos, inclusive de periodistas, pues a uno de los comunicadores de esta agencia le hicieron desaparecer su credencial de prensa.

Luego de unos minutos se registraron nuevas agresiones contra los ambientalistas que se encontraban al otro lado del cerco policial, es decir en inmediaciones de la iglesia de La Merced donde además de proceder a rociar agentes químicos, también golpearon e hirieron con balines a uno de ellos para llevárselo detenido en un carro policial, primero a dependencias de la UTOP y después a las de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) en la calle Colón.

De igual modo, se convocó a concentrarse en otra marcha similar a Hrs18:30 en Plaza Avaroa para exigir la liberación de los detenidos y desde luego, proseguir con las causas ambientales. (VLM)