Salud recibe de Unicef refrigeradores a energía solar para fortalecer vacunación en pueblos indígenas
El Ministerio de Salud y Deportes recibió este martes de Unicef 10 refrigeradores con paneles solares que serán distribuidos a diferentes comunidades indígenas del país. Estos equipos serán vitales para fortalecer la vacunación en localidades alejadas donde no llega la energía eléctrica.
En un evento desarrollado en instalaciones del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), la la ministra de Salud y Deportes, María Renée Castro, recibió también 141 refrigeradores precalificados que serán repartidos a diferentes municipios, señala una nota de prensa del organismo.
La titular en salud resaltó que para tener éxitos en los procesos de vacunación se necesitan: personal de salud capacitado y comprometido; una estructura sólida de planificación, monitoreo y evaluación; contar con una adecuada cadena de frío para tener una conservación de la capacidad inmunogénica de las vacunas; y trabajar en la confianza de la población.
“Nosotros queremos aumentar el acceso al derecho a la vacunación con equipos a panel solar a comunidades que no cuentan con energía eléctrica. Queremos remplazar los equipos domésticos por equipos precalificados y ampliar la capacidad de instalar a nivel nacional y subnacional”, sostuvo.
La entrega de los 10 refrigeradores a panel solar es parte de la primera fase para llegar a poblaciones alejadas. Este primer lote será destinado a las localidades de Puerto Rico, Ingavi, Nueva Esperanza, Gonzalo Moreno y San Pedro, del departamento de Pando.
En el departamento del Beni a la red número 2 del municipio de San Ignacio de Moxos y a la red número 9 de San Borja; en Santa Cruz se llegará a la red Cordillera en la región de Izozo y al municipio de Charagua.
En el caso del departamento de Chuquisaca llegará a los municipios de San Lucas, Azurduy y Camargo; y en el departamento de La Paz a la red 1 de Ixiamas.
El representante de Unicef en Bolivia, Rafael Ramirez, destacó el aporte del organismo internacional en los procesos de vacunación en el país, que incluyen desde la capacitación al personal de salud hasta entregar equipos calificados para conservar adecuadamente las vacunas.
“Con esto logran esa total autonomía para que estos frigoríficos lleguen a los rincones donde más se necesita, a esos rincones donde tradicionalmente han tenido baja atención en cuanto a otros servicios, como puede ser la luz eléctrica”, indicó.
En la actualidad, las poblaciones indígenas deben ir a recoger vacunas a la capital del municipio donde pertenecen cada tres meses. Ese implica un costo elevado para el personal de salud, la comunidad y el propio municipio.
Con esta modalidad, solo se permite el acceso a la vacunación en contadas oportunidades, por lo que en estas localidades existen niños y niñas con esquemas de inmunización incompletos. //agc