Iván Ramos - Periodismo que Cuenta

Briss Neptaly Andonaigue Ramos tiene el rostro encendido de emoción. Ella, que nunca había salido de Sucre, ahora ve cómo el esfuerzo y la dedicación la impulsan más allá de sus fronteras. Con apenas 16 años, esta estudiante del colegio Mariano Serrano es la única representante de Sucre que formará parte del equipo boliviano en la Olimpiada Latinoamericana de Astronomía y Astrofísica (OLAA) 2024, que se celebrará en Costa Rica el próximo mes.

Con el respaldo de su familia, Briss y su padre, Guido Andonaigue, han lanzado una campaña para recaudar fondos que cubran el costo del boleto aéreo y otros gastos que la organización no cubre. Los organizadores de la OLAA se encargan de la alimentación y el alojamiento, pero el viaje sigue siendo una barrera económica para Briss, quien, a pesar de las limitaciones de recursos, ha mantenido intacta su determinación de representar a Bolivia en el certamen.

La preparación de Briss para la OLAA no ha sido sencilla. A lo largo de meses, ha seguido clases virtuales intensivas en temas como cosmología, astrofísica y astronomía general. Esta preparación fue dirigida por el profesor Omar Copa, un referente para los estudiantes olímpicos de Bolivia, quien ha acompañado a varios jóvenes en su camino hacia competencias internacionales, brindándoles tanto conocimiento técnico como motivación. Para Copa, Briss no solo es una promesa académica; su pasión por la astronomía la convierte en una competidora que tiene el potencial de destacarse.

El equipo boliviano, conformado por Erick Oswaldo Arroyo Mancilla, Jafet Robin Giles Rojas, Pablo Alejandro Osorio Portanda, Leonardo Terrazas Dávila y Flavia Belén Altamirano Cárdenas, llega a esta competencia con un entrenamiento riguroso y altas expectativas. Ellos se enfrentarán a los mejores jóvenes astrónomos de Latinoamérica, en un certamen que no solo evalúa conocimientos, sino también habilidades en el manejo de telescopios, interpretación de datos y trabajo en equipo.

A medida que se acerca la fecha, Briss sigue preparándose intensamente y trabajando junto a su padre para cubrir los costos que faltan. Más que un sueño, esta es una oportunidad para demostrar que la juventud boliviana tiene el talento para destacar en escenarios internacionales. Su viaje hacia las estrellas es, en muchos sentidos, una metáfora de su determinación para superar obstáculos.

Para Briss, cada clase, cada prueba y cada sacrificio valen la pena si la llevan a las estrellas, y en ese camino, representa no solo a Sucre y a Bolivia, sino a todos aquellos que, desde lugares humildes, sueñan en grande y alcanzan lo imposible.