Tras el deprimente rescate de tres varones y una niña que vivían en condiciones infrahumanas junto a  sus padres bebedores consuetudinarios en la zona Huayna Potosí de El Alto, el Gobierno Municipal exhortó a los vecinos a denunciar ante la Policía Boliviana, Defensoría de la Niñez o la prensa, la existencia de niños que estarían conviviendo en condiciones similares en otras zonas de esa ciudad.

El Director de Seguridad Ciudadana, capitán Dorian Ulloa, lamentó que ese operativo haya consistido en rescatar a menores de sus propios padres que vivían en su casa sin condiciones de habitabilidad, limpieza ni alimentos, pero sí bebidas alcohólicas exponiendo a los hijos al riesgo de incluso delitos sexuales.

Dijo que es responsabilidad de toda la sociedad denunciar este tipo de hechos porque hay muchas cosas que pasan dentro las cuatro paredes y frente a esa situación la gente asumió como línea de conducta no meterse en problemas de familias ajenas.

“Nosotros como funcionarios públicos requerimos conocer estos casos para intervenir y que los niños estén seguros porque en ese ambiente, con bebedores consuetudinarios, puede pasar cualquier cosa”, declaró a la prensa.

Explicó que el trabajo de seguridad ciudadana no solamente es prevenir la delincuencia, sino también atender casos como de la zona Huayna Potosí, donde los niños no tenían alimentos y tampoco iban a la escuela, pero convivían en condiciones totalmente precarias y con otros bebedores consuetudinarios, al margen de sus padres.

Sostuvo que hay muchos niños y niñas que sufren un maltrato metódico de sus propios padres que por beber les coartan la libertad, la educación y la esperanza de una mejor vida que deben tener los niños y adolescentes.

En el tema de Huayna Potosí, precisó que el caso ya tenía demasiado tiempo y que gracias a la denuncia de los vecinos y de los propios familiares se pudo intervenir para poner a los niños bajo custodia de los familiares.

También pidió a las juntas de padres de familia, a los profesores y directores de establecimientos escolares sean corresponsales y no cierren los ojos ante posibles casos de violencia.

Explicó que hay pistas que los vecinos deben tomar en cuenta cuando los pequeños, muy temprano, van a comprar bebidas a la tienda del barrio, a comprar alimentos en pequeñas cantidades siendo que son varios hermanos.

“Es un deber formular la denuncia ante la Policía Boliviana, Defensoría de la Niñez o la prensa para ayudar a cambiar el destino y la vida de esos niños que viven en situación de maltrato en la propia familia”, manifestó.