Cerca de 30 representantes del magisterio urbano ingresaron este martes en huelga de hambre para exigir la atención a sus demandas. El defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, insistió a que se retome el diálogo entre los profesores y el Gobierno.

La extrema medida fue instalada en instalaciones de la “Casona”, perteneciente al magisterio urbano como parte de las acciones parar exigir que el Gobierno atienda sus demandas mediante el diálogo con el presidente Luis Arce y ya no con el ministro de Educación, Edgar Pary.

“No nos queda otro camino, seguir extremando medidas, seguir en las calles porque el no importismo del Gobierno está molestando de manera gruesa ya en el magisterio urbano de Bolivia y si piensan que nos van a cansar, no va a suceder aquello”, dijo el dirigente de la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia (CTEUB), Patricio Molina.

El defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, expresó su preocupación por las medidas de presión del magisterio y exhortó a que los sectores en conflicto puedan generar un espacio de diálogo para resolver el conflicto.

“El defensor del Pueblo públicamente invita al magisterio y al Ministerio de Educación a que podamos sentarnos a resolver este conflicto con soluciones imaginativas y alternativas y asumiendo que cada una de las partes no se enguerrillen ni se estanquen en una posición intransigente”, instó.

El dirigente del magisterio urbano anunció que durante toda esta semana continuarán las medidas de presión y para el viernes se prevé que los dirigentes de la CTEUB se tapien en caso de que no se encuentran soluciones. //agc