El Fondo Monetario Internacional (FMI) difundió una evaluación de la situación económica boliviana, que incluye recomendaciones en procura de mejorar aspectos como la sostenibilidad de la deuda, el gasto público y reforzar las reservas internacionales.

El FMI reconoció que la recuperación económica de Bolivia ha sido más rápido de lo esperado después de la pandemia y, asimismo, destacó logros en reducción de la pobreza, mejoría de la expectativa de vida y la tasa de finalización de escuela primera; sin embargo, también alertó de temas como el déficit fiscal que llegaría a un 8,5%, impulsado por el subsidio a los combustibles, además de la incertidumbre de la guerra en Ucrania y precios más altos de la energía.

En ese contexto, el FMI sugirió un ajuste fiscal significativo. Señaló que si Bolivia opta por mantener su tipo de cambio fijo, se debe reducir el déficit a alrededor del 1,5% a  través de un plan a mediano plazo. 

Indicó también que “el gobierno tendría que restringir los gastos, incluso eliminando el bono salarial de fin de año, restringiendo el crecimiento de los salarios del sector público, limitando el crecimiento de la inversión pública y reduciendo los subsidios”. 

Planteó, asimismo, ampliar la base impositiva abordando el ámbito informal, fortaleciendo la administración tributaria y aduanera, además de ajustar la política tributaria para aumentar los impuestos en los hogares de mayores ingresos.

Otra recomendación es otorgar mayor independencia al Banco Central y una transición cuidadosamente secuenciada hacia un tipo de cambio más flexible. 

Señaló que una mayor independencia y capacidad institucional del Banco Central apoyaría la estabilidad macro y financiera y facilitaría los ajustes del tipo de cambio, cuando sea necesario. 

“Una mayor flexibilidad del tipo de cambio ayudaría a preservar las reservas internacionales, reduciría la actual sobrevaluación del tipo de cambio y proporcionaría ganancias netas de bienestar. La adopción de un tipo de cambio flexible junto con un marco monetario con metas de inflación aumentaría sustancialmente la resiliencia ante los shocks del mercado”, dice el documento del FMI.
 
Aclaró que esta transición del tipo de cambio debe ser preparada y comunicada cuidadosamente, coordinada con otras medidas de política macroeconómica.

También, el ente internacional propuso la reducción de los subsidios a los combustibles, pero con una compensación para las personas más pobres. Esto con una estrategia de comunicación eficaz, para generar conciencia sobre la naturaleza regresiva de los subsidios.

Otra recomendación es que se monitoree la creciente interdependencia del sistema de pensiones y el gobierno. En ese marco, planteó una transición hacia una gestión profesional e independiente de las carteras de los fondos de pensiones, además de diversificar los activos de los mismos para mejorar su rendimiento.

El Fondo recomendó también recudir el contrabando y la informalidad ayudarían a mejorar la gobernabilidad, impulsar la inversión en hidrocarburos y minería, mediante reformas de leyes y restricciones, además del desarrollo de nuevas industrias.

Por último, el FMI planteó que Bolivia debe aumentar la participación en la generación de electricidad a partir de energías renovables y facilitar un aumento de las inversiones verdes.