IBCE pide pragmatismo y que de una vez se autorice la biotecnología para generar divisas
El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) urgió a las autoridades a que de una vez se autoricen los eventos de biotecnología, que hagan los cultivos más resistentes a problemas como la sequía y así se generen más divisas con la exportación.
El gerente del IBCE, Gary Rodríguez, pidió que Bolivia tenga el mismo pragmatismo de China que, a pesar de tener una ideología comunista y los recursos para la investigación científica, ha optado por autorizar semilla mejorada y que ya está probada, ahorrándose así tener que desarrollarla por sí misma.
El Gobierno ya anunció que su intención es promover una biotecnología desarrollada en el país, para no tener que depender de insumos externos.
Rodríguez manifestó que se podría autorizar la biotecnología que otros países tardaron años en desarrollar, mientras tanto Bolivia intenta su propia iniciativa científica.
Recalcó que China, con su importancia en recursos, ha sido pragmática para autorizar una semilla de soya desarrollada en Argentina, mientras que los productores bolivianos esperan desde 2021 la misma aprobación.
El gerente del IBCE explicó que esta biotecnología es amigable con el medioambiente, ayudaría a los cultivos a ser tolerantes a la sequía, resistentes al ataque de los insectos y ayuda a combatir las malezas.
Señaló que estas semillas mejorarán la productividad de la soya en 30% a 50%, mientras que en el maíz sería 100%.
En el caso de las divisas, explicó que en 2023 se exportó 1.750 millones de dólares en soya, pero con la biotecnología se habría incrementado 800 millones más, con lo cual Bolivia no habría tenido déficit comercial.
En esta temporada, donde la sequía dejaría pérdidas de 400 millones por la afectación a la soya y sector oleaginoso, Rodríguez aseveró que, con biotecnología, ese monto se habría absorbido.
Recalcó la importancia que tiene generar exportaciones para tener divisas, por tanto, dólares para la economía boliviana.
El experto señaló que Bolivia no puede perder más tiempo, mientras otros países limítrofes ya usan la biotecnología.