EMPRESA DE FANCESA
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El gran salto de Concretec: de la innovación a la ruina

Foto: FB / Concretec

IVÁN RAMOS - PERIODISMO QUE CUENTA

En 2014, Concretec, subsidiaria de Fancesa, se embarcó en un ambicioso proyecto: la construcción de viviendas prefabricadas utilizando tecnología brasileña en Warnes, una localidad cercana a Santa Cruz de la Sierra. Este emprendimiento prometía revolucionar el mercado de la vivienda en Bolivia y consolidar a Concretec como líder en innovación dentro del sector. Sin embargo, lo que parecía un paso hacia el éxito terminó siendo una debacle financiera que arrastró incluso a su empresa matriz, Fancesa, hacia la crisis.

UN CONVENIO CON LA AGENCIA ESTATAL DE VIVIENDA QUE SE DESMORONA
El proyecto comenzó con el respaldo de la Agencia Estatal de Vivienda (AEVivienda), que firmó un convenio con Concretec para la construcción de viviendas accesibles en diversas regiones del país. No obstante, según el exdirector de Fancesa, Luis Ayllón, la situación se complicó cuando los ejecutivos de Concretec decidieron aumentar desproporcionadamente los precios de las viviendas. Esto llevó a la AEVivienda a romper el acuerdo en 2015. Ante esta ruptura, Concretec optó por continuar el proyecto de manera independiente, separándose de la agencia estatal.

UN FRACASO EN VENTAS: SOLO SEIS VIVIENDAS EN CUATRO AÑOS
Entre 2014 y 2018, a pesar de los esfuerzos publicitarios y comerciales, Concretec apenas logró vender seis viviendas. Este resultado dejó en evidencia una ineficiencia en su estrategia de ventas y errores graves en la ejecución del proyecto. Ante el fracaso, Concretec firmó en 2018 un acuerdo con la inmobiliaria Predial, con la esperanza de que esta se encargara de comercializar las viviendas.

PREDIAL: UN ALIADO CONVERTIDO EN PROBLEMA
Lejos de mejorar la situación, la relación con Predial trajo nuevos problemas. La inmobiliaria vendió viviendas a precios que oscilaban entre 35.000 y 64.000 dólares, pero solo entregó a Concretec el dinero correspondiente a la venta de 50 casas, a pesar de haber vendido alrededor de 150. Según el presidente del directorio de Concretec, José Antonio Lambertín, Predial adeuda 11 millones de dólares a la subsidiaria, agravando la situación financiera de la empresa.

EL MAQUILLAJE FINANCIERO SALE A LA LUZ
En 2021, las investigaciones judiciales revelaron que varios directivos de Concretec habían falsificado documentos y manipulado los estados financieros entre 2015 y 2017. Estas irregularidades, que causaron un daño económico de más de 40 millones de bolivianos, llevaron a que la justicia procesara a varios de los responsables. Paralelamente, Predial denunció que tres directores de Fancesa intentaron extorsionarlos, exigiendo 5.000 dólares por cada casa vendida.

LA SENTENCIA DE 2024: EL GOLPE FINAL
El 10 de agosto de 2024, un juez falló a favor de Predial, ordenando la disolución del contrato con Concretec. Este fallo marcó el destino de la subsidiaria, que ya había perdido 66 de las 521 viviendas construidas en Warnes debido a sus deudas. Otras 19 viviendas se encontraban en proceso de remate. Ante este escenario devastador, los trabajadores de Concretec se declararon en repetidas huelgas, exigiendo respuestas, mientras el síndico de Fancesa, Juan Batallanos, denunciaba que el fallo judicial estuvo influenciado por sobornos.

BALANCE FINAL: MÁS CASAS EN EL LIMBO QUE VENDIDAS
De las 521 viviendas construidas por Concretec en Warnes, se estima que aproximadamente 200 fueron vendidas, pero solo se rindieron cuentas por 53. Las inspecciones técnicas revelaron que más del 60% de las viviendas están en condiciones deterioradas, debido al abandono y la falta de mantenimiento. El proyecto, que inició con el propósito de modernizar el sector de la vivienda, terminó siendo un recordatorio de cómo la mala gestión y la corrupción pueden destruir incluso las ideas más prometedoras.

OBRAS A CRÉDITO IMPAGABLE: OTRO ERROR FATAL
Además de los problemas con la venta de viviendas, Concretec también ejecutó importantes obras de pavimentación sin asegurar los pagos. En su afán de convertirse en un actor clave en la infraestructura, la empresa otorgó créditos a varias alcaldías, especialmente en Santa Cruz, por un valor de aproximadamente 400 millones de bolivianos. Sin embargo, estos créditos no fueron asegurados, y ahora la empresa enfrenta una grave crisis de iliquidez debido a las deudas impagas.