El ejecutivo de la Confederación de Choferes, Luis Quispe, cuestionó la ley que liberaliza la importación y comercialización de los combustibles, que fue aprobada en la Asamblea Legislativa.

Consideró que es un “ensayo de gasolinazo” y advirtió que el precio de mercado no debe tocar al servicio público, sino circunscribirse a las empresas que requieran de ese combustible.        

“Que lo hagan, pero sin tocar el servicio público”, manifestó el dirigente.

La ley corta aprobada habilita a privados la importación de combustibles con facilidades en trámites y liberación de dos impuestos, dentro de las reglas de libre mercado y precios diferenciados.

El ejecutivo de los choferes aseguró que el transporte público no accederá al precio de mercado de combustibles, ya sea de Bs8 o Bs10 por litro.

Dijo que esa ley debe estar dirigida a abastecer a empresas privadas, pero no así al transporte público, porque de ser así tendrían que ajustar los precios de su servicio en pasajes y flete.

Instó al presidente Luis Arce a pensar bien antes de promulgar esa ley.