Wilstermann vivió una mañana de terror

El Club Jorge Wilstermann atraviesa una de las etapas más críticas de su historia. Este martes la tensión explotó cuando integrantes de la barra brava Gurkas irrumpieron violentamente en el complejo del equipo en Cochabamba, exigiendo la salida del arquero Arnaldo “Pipo” Giménez. Los hinchas invadieron el vestuario, lanzaron objetos y amenazaron al jugador, quien tuvo que refugiarse en instalaciones internas para evitar una posible agresión física. Este acto dejó en evidencia el descontrol y la falta de seguridad que se vive dentro del club.
La situación se agrava con la confusión en el cuerpo técnico. Aunque el técnico argentino Luciano Theiler aún no ha sido oficialmente cesado, dejó de dirigir al plantel y su lugar ha sido asumido de forma interina por el exjugador Cristian “Pocho” Chávez. La falta de una dirección técnica clara y de una dirigencia activa ha generado incertidumbre entre los jugadores, que enfrentan un ambiente hostil sin respaldo institucional.
Con una crisis deportiva, económica e institucional latente, el futuro de Wilstermann es incierto. La falta de liderazgo dirigencial, las presiones violentas de sectores radicales de la hinchada y las sanciones internacionales colocan al club en una encrucijada en la cual el club se ve cada vez más hundida. Por la noche se supo que Giménez se queda en el plantel pese al incidente.