Por Iván Ramos - Periodismo que Cuenta

Este domingo 1 de octubre, el visionario Willy Claure, pionero del resurgimiento de la cueca boliviana, protagonizará un concierto sinfónico en el Teatro Gran Mariscal de Ayacucho. Acompañado por la prestigiosa Filarmónica de Bolivia, este evento se anticipa como una experiencia musical verdaderamente única.

Claure, quien ha llevado la cueca desde los salones hasta los libros, la ha transformado en un patrimonio vibrante y palpitante de Bolivia. Su dedicación incansable no solo ha dado lugar a la creación de plazas y calles dedicadas a esta danza, sino también a la declaración de la capital itinerante de la cueca. A través de conciertos y concursos, ha revitalizado esta forma de arte tradicional, dando lugar a una resurgencia cultural.

En esta gira nacional, el 27 de septiembre, Claure cautivó al público en Cochabamba, cosechando un éxito total y dejando a la audiencia ansiosa por más.

Este domingo, Claure se unirá a la imponente Orquesta Filarmónica de Bolivia, bajo la dirección del maestro Miguel Ángel Salazar y conformada por 35 músicos de élite. Juntos, prometen llevar a la audiencia en un viaje musical inolvidable, fusionando la riqueza y la tradición de la cueca con la majestuosidad de la música sinfónica.

En esta velada musical excepcional, Claure expresará su profunda admiración por la poesía de la renombrada Matilde Casazola. Interpretará dos de sus obras más icónicas, "El cuento del mundo" y "El regreso", piezas que resonarán profundamente en los corazones de los asistentes. Además, Claure presentará sus propias composiciones originales y rendirá homenaje a otros maestros como Jaime Sanz y la obra de Milton Cortez, "Cantarina", entre otras piezas magistrales.

Este concierto sinfónico, que amalgama la pasión inigualable de Willy Claure por la cueca con la maestría excepcional de la Filarmónica de Bolivia, promete ser una experiencia musical incomparable. Los amantes de la música y los apasionados de la riqueza cultural boliviana tienen una cita ineludible este domingo en el Teatro Gran Mariscal de Ayacucho.

Será una noche embriagadora, cargada de emoción, poesía y, sobre todo, música excepcional, celebrando la profunda riqueza de la cueca y su inquebrantable impacto en la identidad cultural de Bolivia.