Reactivación Económica y Desarrollo Local

Por: Moisés Mercado S.
Analista Económico

La Pandemia del COVID 19 es un flagelo para la salud y economía en el mundo y Bolivia. Las expectativas futuras son poco alentadoras porque el problema de salubridad pública parece no será resuelto porque no se contará con la vacuna en el corto plazo, consecuencia de esta situación las actividades económicas se han reducido a su mínima expresión. 

El comercio internacional se ha detenido por las siguientes razones: Hay una contracción de la demanda en el mundo y las fronteras de nuestros principales socios comerciales se han cerrado. La economía de nuestro país está sustentada en la producción y exportación de los sectores agropecuarios, gas natural, minería e industria manufacturera. Los precios internacionales de las materias primas han caído a sus niveles más bajos y en el mediano plazo no será posible su recuperación porque dependen de los mercados internacionales.

El confinamiento a través de la cuarentena en nuestro país internamente afectó directamente a todas nuestras regiones que se caracterizan por una vocación económica bien definida que de alguna manera está relacionada con la exportación de minerales, hidrocarburos, agropecuaria – según el piso ecológico – en este periodo varios municipios estarán ingresando de forma gradual a la cuarentena dinámica.

La solución a este problema en el corto y mediano plazo está en mirar hacia dentro, identificar y activar nuestras potencialidades económicas en las localidades / municipios / regiones / departamentos / país; son los territorios que deben ser dinamizados para que la actividad económica se reactive de inmediato y pueda impactar de forma directa y positiva en el empleo y por ende en la vida de la gente.

Para comprender mejor la economía local tenemos el siguiente concepto: “El desarrollo económico local puede definirse como aquel proceso reactivador de la economía y dinamizador de la sociedad local que, mediante el aprovechamiento eficiente de los recursos endógenos existentes en una determinada zona, es capaz de estimular el crecimiento económico, crear empleo y mejorar la calidad de vida de la comunidad local.” [1]   

La política pública debe apuntar a generar incentivos para que los gobiernos locales puedan desarrollar mecanismos inteligentes a través de inversión pública que se ha reducido abruptamente. Las intervenciones deben ser focalizadas en los sectores intensivos en mano de obra por su impacto en el empleo y dinamizador de los circuitos económicos locales que promuevan el intercambio entre territorios. 

El modelo de desarrollo endógeno es nuestra principal opción para llevar adelante este propósito los actores locales municipios / regiones / departamentos deben llevar adelante un relevamiento de información rápida de los recursos para el desarrollo local: Recursos físicos (plataforma de apoyo a la producción); recursos humanos (potencial de desarrollo), recursos económicos – financieros (tejido empresarial); recursos técnicos (progreso tecnológico) y recursos socio – culturales (tejido y energía social). Con la información existente los actores locales deben construir una estrategia de desarrollo local o adecuar la que tienen al contexto COVID 19 para poder optimizar los recursos e intervenir a través de la inversión pública de forma inteligente.

Es importante recuperar el “Compro Boliviano” como una política pública que permita incentivar el consumo de nuestros productos locales a través de incentivos tributarios financieros – nacionales y locales -, compras estatales, lucha contra el contrabando, sistemas de información que promuevan el potencial interno.

Los municipios y gobernaciones renovarán sus autoridades electas en el corto plazo por esa razón es importante generar debates en función de los temas que se encuentran en la agenda de la gente que son la salubridad pública y la reactivación de la economía a través del desarrollo local y regional.


[1] Manual de Desarrollo Local: Dirección de Desarrollo Local y – Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social – ILPES Santiago de Chile - 1994.