La representación azul del Senado

Por Jimena Costa

Esta semana, dos senadores del MAS, ambos cocaleros y procedentes del Trópico de Cochabamba, realizaron declaraciones que me dejaron con la duda de si sus declaraciones muestran las intenciones gubernamentales o si solo son muestras de su ignorancia de lo que pasa en el país.

Por una parte, el senador Andrónico Rodríguez dijo: “Habría que revisar la autonomía universitaria; a título de autonomía no se puede tocar, es una vaca sagrada definitivamente las autonomías del sistema universitario en todo el país”. Esa desubicada opinión aprovechando la tragedia sucedida en la Universidad de El Alto, ya puso al sistema de universidades publicas en alerta y a algunas, en Estado de Emergencia.

La UMSA, la Universidad más grande del país y reconocida a nivel internacional, en Consejo Universitario declaró Estado de Emergencia y rechazó la intensión de intervenir la autonomía universitaria, disponiendo la creación de Comisiones en las Carreras para la defensa de la autonomía.

No seria tan preocupante, de no ser, que el Senador en cuestión es el Presidente de la Cámara Alta y el tercer hombre en sucesión constitucional para asumir la Presidencia del Estado. Esperemos que sea ignorancia y no mala intención.

Por otra parte, el senador Leonardo Loza, ante la denuncia de la presencia de “cárteles de droga y trata y tráfico de mujeres en el Chapare” realizada por la senadora de Comunidad Ciudadana, Andrea Barrientos, declaró: “Yo soy del trópico de Cochabamba. Casi 30 años o cerca a 30 años vivo en la región, desde muy niño. En toda esa trayectoria de vida, particularmente ahora como dirigente y senador, nunca he visto y ojalá nunca poder ver ningún cártel en la región del trópico de Cochabamba”.

Al parecer, el senador cocalero, nunca ha visto los informes de Monitoreo de Cultivos de Coca que publica anualmente la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), sobre la base de información oficial.

En el último informe, publicado en julio de 2020, la UNODC señala que en el trópico de Cochabamba existen 8.769 hectáreas de cultivo de coca, con un rendimiento de 2.764 kilos por hectárea y con una producción potencial de 24.238 toneladas anuales (Tabla 10, pag. 38), 3.000 toneladas más que la producción de los Yungas de La Paz, que tiene el doble de hectáreas de cultivo legales.

Adicionalmente, el volumen de hoja de coca comercializado en los dos mercados autorizados alcanzó 23.877 tm, el 90% en el mercado de Villa Fátima del Departamento de La Paz y apenas el 10% en el mercado de Sacaba en el Departamento de Cochabamba. Eso nada más pasa por el mercado legal, el resto, seguro, el senador Loza cree que va al shampoo o a los queques.

Pero, además, el año pasado, la FELCN secuestro en Cochabamba 1.702 kilos de Clorhidrato de cocaína y 3.252 kilos de cocaína base, que obviamente es muy poco comparado a lo que sucede en Santa Cruz, lo que permite suponer que la hoja de coca que no pasa por el mercado legal de Sacaba se va a fabricas y laboratorios que funcionan en Santa Cruz.

Si no existen carteles en el trópico de Cochabamba, entonces ¿Quiénes comercializan la coca ilegal? ¿Quiénes comercializan la coca cultivada en hectáreas legalizadas que no pasan por el mercado de Sacaba?, ¿Quién nos explica el destino de alrededor de 21 toneladas de coca que se produce en el trópico?, ¿Quiénes construyen y manejan las fábricas y laboratorios de pasta base y clorhidrato de cocaína que se incautan en Cochabamba? Son preguntas que el senador Loza debería responder.