Escenarios en los que puede desembocar la actual crisis nacional

Iván Arias Durán

Durante el recuento de votos en cada departamento, el partido de gobierno ha trabajado para consolidar su victoria y así garantizar su mayoría y dominio en el parlamento. De esta manera, una vez cerrado el computo, el MAS controla el 52% de los miembros de la cámara de diputados y el 58% de la cámara de senadores. Esta mayoría absoluta en el órgano legislativo, le garantiza una futura gobernabilidad para enfrentar un panorama económico y político nada halagüeño. 

En este contexto, la segunda vuelta sugerida por la misión de la OEA y de la Unión ¿es el mejor camino para la oposición?  Escenarios posibles:

1.E. Se queda: a pesar de los pedidos internacionales, el gobierno juega al cansancio, penetración y confrontación de las protestas ciudadanas. El gobierno considera que la proximidad de las fiestas de todos santos y de fin de año y dado el carácter de autoempleo que tiene la mayoría del país, el mes de noviembre es vital para llegar con algo de plata a fin de año. Buscará que los grupos sociales en protesta, a través de la infiltración, se desboquen y cometan errores como toma de instituciones u otros actos que en vez de generar apoyo provoquen rechazo. Otra carta es empezar a azuzar a sus movimientos sociales y generar espacios de confrontación que les justifique el uso de la fuerza estatal a través de estado de sitio. La posible victoria de los Kirchner, en Argentina, le puede dar un respiro al régimen boliviano ante el aislamiento internacional. 

2.E. Tabla de salvación: el gobierno a sabiendas que tiene el control de las cámaras y como una manera de evitar el aislamiento internacional acepta la segunda vuelta para el 15 de diciembre sin cambiar sustancialmente el actual Órgano Electoral. El mecanismo del fraude sigue montado en base a los datos espejo y la victoria oficialista asegurada. ¿En caso que gane la oposición, cosa que evitara régimen a como dé lugar, tendrá gobernabilidad con ese parlamento dominado por los azules?

3.E. Auditoria: el gobierno y la oposición aceptan la auditoria al proceso electoral, por lo que se suspende la aplicación de los resultados electorales. La presión social baja, pero podría ocurrir que la sociedad movilizada no acepte. Como la auditoria tiene carácter vinculante, los términos de la misma llevaría semanas acordarlos. ¿Quiénes la hacen?  ¿Quién fiscaliza? ¿Revisamos todo? ¿Solo partes? ¿La investigación es solo para confirmar o rechazar la segunda vuelta?  ¿o la mirada profunda es también para decir si se anula o no las elecciones? Preguntas y respuestas que le permiten al gobierno ganar tiempo. Realizar la auditoria, ¿cuánto tardara? ¿Unos días? ¿Meses? ¿Nos alcanza para llegar al 22 de enero con todo definido?

4.E. Nuevas Elecciones: esta demanda va creciendo en las calles. ¿Para cuándo? ¿Quiénes participarían? ¿Los mismos nueve candidatos? ¿Con el mismo órgano electoral? ¿Si pedimos otro, quién lo elije? ¿Qué tiempo toma conformar un nuevo TSE nacional y en los nueve departamentos? Racional y apresuradamente, una nueva elección de TSE tomaría dos meses y una nueva elección en las urnas otros dos meses. ¿En cuatro meses ya estamos en febrero del 2020, cómo hacemos para cumplir los plazos constitucionales que señalan que el 22 de enero acaba el mandato de Evo Morales? 

5.E. Dimisión: las calles movilizadas de algunos departamentos como Sucre y grupos de otras ciudades están subiendo el nivel de las demandas hacia acciones que concentren las protestas nacionales en la ciudad de La Paz y, en particular en plaza Murillo. Así, ya no valdría ni segunda ni nuevas elecciones, sino la dimisión.